Investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU) sugieren que las pruebas de excrementos podrían ayudar a proporcionar una detección temprana del COVID-19 antes de que los infectados muestren otros síntomas, reseña The Age.
Los científicos australianos descubrieron que los pacientes contagiados comenzaron a excretar rastros de coronavirus casi una semana antes de que aparecieran los síntomas, similares a los de la gripe. Según el equipo, esto demuestra la importancia de las pruebas de heces para detectar posibles infecciones por covid-19 en las comunidades.
Un estudio similar se realizó en los Países Bajos y mostró rastros positivos de coronavirus encontrados en materias fecales antes de que se confirmara oficialmente la infección, agrega el medio.
Monitoreo continuo de la presencia del virus en las comunidades
De acuerdo con la epidemióloga de la ANU Aparna Lal, quien participa en el estudio, la detección temprana a través de las aguas residuales “podría reducir los esfuerzos para encontrar personas en la comunidad que tengan la enfermedad” y ayudar a evaluar el impacto del posible levantamiento de las medidas de confinamiento.
“Lo que este estudio hará es dejarnos ver si las aguas residuales podrían usarse para monitorear continuamente la presencia del virus en la comunidad, incluso cuando los números de casos disminuyen”, señaló la experta.
Además, este trabajo también pueden indicar si el análisis de aguas fecales puede “servir como un sistema de advertencia para avisarnos antes de que aumenten los números de casos”, agregó Lal.
Fuente: RT
