Desde tiempos antiguos el color púrpura ha sido asociado con realeza y poder. Pero, ¿por qué? Esto se debe a un molusco, el Bolinus brandaris.
Este pequeño animal era sacado del fondo marino por los pescadores en las costas de lo que es ahora Líbano y puesto a secar, lo que lograba que el animal expulsara un tinte violáceo que se usaba luego para colorear la ropa. No contento con eso, producir una onza del producto requería de 250.000 MOLUSCOS.
Como se imaginarán, conseguir a este animal y todo el proceso siguiente no era barato. Esto, en consecuencia, hizo que toda la tela que se coloreara con este pigmento se volviera cara y exclusiva.
De ahí que solo los más adinerados pudieran costearse ropa hecha con este color. Con el paso del tiempo, el uso del morado se asoció con la gente que podía llevarlo: la realeza y la Iglesia.
Cabe destacar que luego de la industrialización y el auge de las tinturas sintéticas, todos los colores estuvieron disponibles y el color morado pasó a ser parte de la amplia gama de colores que podemos llevar.
El más feliz en esta situación es sin duda el Bolinus brandaris que ya puede descansar tranquilo en las profundidades del mar.
Fuente: Culurizando
