Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este jueves de que la crisis derivada de la pandemia del COVID-19 es mucho más compleja que la de 2008 y demandó a los países del G20 “solidaridad” en la respuesta, especialmente con las naciones menos desarrolladas o escenario de conflictos.
“Los desafíos que tenemos delante hacen pequeños los de 2008”, dijo Guterres en su intervención en la cumbre virtual que celebran los líderes del G20, en la que recalcó que ahora el mundo no se enfrenta a una crisis bancaria, sino a una “crisis humana”.
“Tenemos que concentrarnos en la gente, en mantener los hogares a flote y los negocios solventes, capaces de proteger los empleos”, defendió el diplomático portugués.
El jefe de Naciones Unidas opinó que para ello será necesaria “una respuesta global que alcance los dos dígitos en porcentaje de la economía global” y subrayó que la “solidaridad es esencial”.
“Doy la bienvenida a las inyecciones de liquidez y el apoyo social y económico en países desarrollados, con transferencias directas de recursos a personas y negocios. Pero un paquete de estímulo para ayudar a los países en desarrollo con los mismos objetivos también requiere una inversión masiva”, señaló.
Entre otras cosas, Guterres pidió aliviar la deuda de países y levantar sanciones que puedan minar la capacidad de los Gobiernos para responder a la pandemia.
La ONU, además, insiste en que el mundo tiene que trabajar en “una recuperación que construya una economía más sostenible, inclusiva y equitativa”.
En cuanto a la respuesta puramente sanitaria al COVID-19, Guterres defendió que la prioridad debe ser contener la transmisión cuanto antes con una estrategia común guiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Todos los países deben ser capaces de combinar pruebas sistemáticas, rastreo, cuarentenas y tratamiento con restricciones de movimiento y contacto con el fin de contener la transmisión del virus”, explicó.
Además, Guterres pidió una “estrategia de salida coordinada” que mantenga la enfermedad a raya hasta que exista una vacuna y “apoyo masivo” para los países en vías de desarrollo.
El G20 está integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Alemania, Reino Unido, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Sudáfrica y Turquía, así como por la Unión Europa y Arabia Saudí, que ocupa la presidencia del mecanismo.
También participan España, país invitado permanente, y otros países que asisten por invitación como Jordania, Singapur y Suiza.