Los casi 700 pasajeros del crucero británico MS Braemar, con al menos cinco casos confirmados de COVID-19 a bordo, comenzaron a desembarcar este miércoles en el puerto cubano del Mariel, a 45 kilómetros al oeste de La Habana.
Los pasajeros serán transportados en autobuses hasta una terminal del aeropuerto de la capital donde abordarán cuatro vuelos chárter dispuestos por el Gobierno británico con destino al Reino Unido, mientras la mayor parte de los 381 tripulantes del buque permanecerá a bordo para regresar el barco a su puerto de origen.
Las cinco personas en las que se ha confirmado la enfermedad también serán evacuadas, confirmó a Efe una fuente diplomática del Reino Unido.
Además de los cinco casos de COVID-19 en el crucero hay veinte viajeros y otros veinte tripulantes -entre ellos un médico- aislados por tener síntomas de gripe.
En el dispositivo participa una caravana de autobuses y ambulancias que se dirige directamente a una terminal del aeropuerto de La Habana que no tiene habitualmente tráfico de vuelos comerciales.
Durante el desembarco, docenas de pasajeros se congregaron en las barandillas del barco saludando, lanzando besos y algunos mostrando pancartas de agradecimiento a Cuba por permitir el atraque del crucero, al que varios puertos caribeños denegaron el acceso.
Según medios estatales cubanos, el atraque en el Mariel se realizó “cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Ministerio de Salud Pública”.
El Braemar entró a puerto al amanecer, pero el desembarco no se produjo hasta varias horas después, sobre las 13.00 hora local (17.00 GMT).
Dentro del barco viajaban 682 pasajeros, en su mayoría turistas italianos, colombianos, australianos, canadienses, irlandeses, británicos, holandeses, noruegos, suecos y japoneses.
El embajador británico en Cuba, Anthony Stokes, se mostró “muy agradecido” con el Gobierno de la isla por permitir el atraque del crucero y colaborar con su país en la evacuación de los pasajeros tras un periplo “difícil e incierto”.
“Estamos determinados a proteger la salud de los pasajeros, la tripulación, los cubanos y todos los que están trabajando aquí”, agregó el diplomático en un vídeo difundido en la cuenta de Twitter de la Embajada del Reino Unido .
Esta evacuación se produce en la misma jornada en que Cuba registró la primera muerte por COVID-19: un turista italiano de 63 años que fue uno de los tres primeros casos detectados en el país caribeño.
Según el último parte del Ministerio cubano de Salud Pública, hasta el momento en la isla hay 9 casos confirmados (diez si se cuenta al fallecido) y 389 personas hospitalizadas en observación.
Cuba mantiene abiertas sus fronteras, sigue aceptando la llegada de vuelos de las zonas más afectadas por el COVID-19 y sus autoridades dicen que es seguro seguir recibiendo turistas y que mantienen seguimiento y control sobre el estado de todos los viajeros que entran al país.