La iglesia católica dispuso la suspensión de las misas a partir de mañana y “hasta que cese la situación” creada por el coronavirus, una medida que también adoptarán los evangélicos para prevenir el contagio por la pandemia, que ha causado una muerte y ha infectado a 21 personas en el país.
A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) explicó que desde mañana solo los sacerdotes deberán estar en las iglesias “intercediendo por los enfermos, orando por las familias y por todo el personal de salud”.
Los fieles, por su lado, “quedan dispensados de asistir a las celebraciones litúrgicas durante este tiempo”.
La eucaristía de los domingos será transmitida a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Los templos evangélicos, por su lado, estarán cerrados por 15 días para prevenir la enfermedad, anunció el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), que instó a la feligresía evangélica a hacer los actos en sus hogares.
Asimismo, convocó a los evangélicos a una jornada de oración para el 23 de marzo, la cual también deberá respaldar desde sus casas.