De acuerdo con el más reciente informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades sanitarias chinas, publicado el 28 de febrero, de un total de 75.465 infectados con el nuevo coronavirus que se registraron para el 20 de febrero, solo un 2,4 % fueron menores de 19 años.
Según datos del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, el mayor número de infectados en el país tenían entre 30 y 79 años.
Ni los pediatras ni otros médicos han podido precisar por qué el SARS-CoV-2 afecta básicamente a los adultos. Además de la escasa frecuencia de contagios entre niños, la enfermedad por coronavirus (covid-19) transcurre en ellos de forma relativamente leve. Así, solo un 2,5 % de aquella pequeña proporción de infectados menores de 19 años fueron afectados de manera grave y un 0,2 % de manera crítica.
“Simplemente no entendemos por qué los niños se han salvado”
El pediatra Frank Esper, quien se especializa en enfermedades infecciosas y trabaja en el hospital Cleveland Clinic Children’s, comentó a NBC News que esta tendencia es “inusual”, ya que por lo general “los coronavirus parecen afectar por igual a niños y adultos”.
“Simplemente no entendemos por qué los niños se han salvado”, declaró al citado medio otro especialista en enfermedades infecciosas en pediatría, Buddy Creech, del hospital Vanderbilt Children’s. Al igual que la profesora Vanessa Raabe, asistente en enfermedades infecciosas del centro NYU Langone, sostiene que la respuesta podría ser el diferente sistema inmunológico de niños y adultos.
Raabe explicó que a medida que la gente envejece, su sistema inmunológico se debilita y potencialmente complica la respuesta inmune a las enfermedades. Dio como ejemplo la varicela, que se aguanta mejor a una edad temprana, mientras que los adultos suelen sufrirla en formas más graves.
Creech, por su parte, señaló que el organismo de los niños está acostumbrado a constantes ataques de microorganismos nocivos y que su frecuente vulnerabilidad ante otros coronavirus, como los que provocan la gripe, podría dotarlos de anticuerpos en la sangre que servirían de una especie de protección cruzada contra el SARS-CoV-2.