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Un ex funcionario ruso se suicidó en pleno tribunal tras ser condenado a tres años de prisión

Un ex funcionario ruso se suicidó en pleno tribunal luego de que se lo declarara culpable del delito de extorsión y se lo condenara a tres años de prisión. El miércoles, un juez de la corte de Chertanovsky determinó que Viktor Sviridov, quien fuera titular del departamento de Transporte del sistema penitenciario del país, se apropió de manera ilegítima de aproximadamente 10 millones de rublos (USD 158.000) que pertenecían al ex subdirector del sistema, Alexander Sapozhnikov. Inmediatamente, el hombre de 71 años se disparó a sí mismo con un arma que le pertenecía.

“Luego de que se le leyera el veredicto, Sviridov se suicidó. Murió en el acto”, indicaron a la agencia estatal Tass autoridades rusas, que actualmente se encuentran investigando la manera en que el hombre logró entrar un arma al recinto. El mismo medio indicó que los detectores de metal presentes en la entrada funcionaban correctamente y el bolso que llevaba fue inspeccionado, también de manera exhaustiva.

El abogado de Sviridov, Alexander Kotenitsky, indicó que su cliente tenía un cáncer terminal, pero no presentaba síntomas de depresión cuando asistió al tribunal el miércoles. Previo a ser condenado, el abogado le había solicitado al juez -infructuosamente- una exención de prisión por ese motivo.

Al ex funcionario se le había impuesto una restricción de viaje producto de la acusación en su contra y, de haber seguido con vida luego de la sentencia, habría pasado tres años en una cárcel de máxima seguridad.

El caso generó paralelismos con aquel de Slobodan Praljack, quien en noviembre de 2017 tomó veneno luego de que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia confirmara su condena de 20 años por delitos brutales cometidos durante la guerra de Bosnia.

La secuencia que muestra la ingesta de veneno de Slobodan Praljack. Foto: AFP

La secuencia que muestra la ingesta de veneno de Slobodan Praljack. Foto: AFP

El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) acababa de rechazar su apelación, confirmando una sentencia de 20 años de prisión, cuando Praljak se paró, dijo que tenía veneno y gritó “Praljak no es un criminal, rechazo su veredicto”.

El juez Carmel Agius le pidió que no lo hiciera, pero el bosniocroata aun así bebió un líquido de una pequeña botella que llevaba consigo. Ante la dramática situación, su abogado confirmó: “Mi cliente dice que ha tomado veneno”.

El proceso fue detenido de inmediato y una ambulancia se llevó al acusado, según observaron reporteros de AFP, a un hospital en el que recibió atención médica. Pero tiempo después medios croatas reportaron que el ex teniente general del Ejército croata había muerto.

Praljak estaba acusado de asesinato, deportación, maltrato de civiles, violaciones y apropiación de bienes, entre otros cargos, cometidos por sus tropas en la guerra, y, específicamente, de ordenar la destrucción del puente Stari Most en la ciudad de Mostar en 1993, lo que causó un “daño desproporcionado a la población musulmana”, según explicó el periódico británico The Guardian.

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