Ya son 230 los manifestantes que han perdido la vista por disparos de balines o perdigones efectuados por las fuerzas del orden durante la ola de protestas antigubernamentales en la que vive inmersa Chile desde hace casi un mes y que ha costado la vida a 23 personas, según los datos oficiales del Colegio Médico de Chile (COLMED), informó AP.
El vicepresidente del COLMED, Patricio Meza, detalló a la agencia estadounidense que al menos 50 personas de entre todos los afectados necesitarán prótesis oculares, “lo que significa que el paciente no solo pierde la visión de su ojo, sino que pierde el ojo propiamente”. El experto asegura que, según el testigo de varios heridos oculares, en la mayoría de casos “el impacto viene de una escopeta disparada por Carabineros”.
¿Se sigue el protocolo?
“Estamos frente a una verdadera crisis sanitaria, una emergencia sanitaria, puesto que en tan pocos días […] tenemos el mayor número de casos con complicaciones oculares severas por golpes en el ojo”, destacó Meza. Asimismo, precisó que el promedio de edad de las víctimas es de 30 años, siendo el 85 % varones. En ocho de cada diez casos “el daño está causado por el impacto en sus ojos [de] un balín o de un perdigón”, añadió.
Meza denunció que muchas veces la Policía dispara “en 90 grados, es decir, directo a la cara” del manifestante en cuestión. Por ello, aseveró que en el país andino “claramente no se ha cumplido” el protocolo sobre el uso de escopetas antidisturbios, que establece que los agentes deben dar órdenes verbales de disuasión antes de disparar, que es una medida que solo se usa en última instancia cuando existen “situaciones de resistencia activa potencialmente letales”.
“Violencia institucional”
Tanto el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Amnistía Internacional como el COLMED han solicitado al Gobierno chileno que prohíba el uso de escopetas antidisturbios por parte de la Policía. Sin embargo, lo único que han conseguido es que el director de la Policía, el general Mario Rozas, anunciara el pasado domingo un uso “acotado” de este tipo de armas combinado con una cámara de vídeo instalada en los cascos de los agentes.
Así las cosas, este lunes el ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, anunció un Programa Integral de Reparación Ocular para atender de manera gratuita a “las víctimas de la violencia política”, a las que se les ofrecerá prótesis y atención psicológica.
Por su parte, la Fiscalía Nacional informó que se han abierto 1.089 investigaciones penales, un 70 % de ellas contra miembros de las fuerzas del orden, “por denuncias de violencia institucional” durante las últimas tres semanas de disturbios en Chile, que ya han dejado más de 3.200 heridos entre civiles y policías.
Fuente: RT