Estados Unidos prometió el lunes tomar “rápidas medidas económicas y diplomáticas” para contribuir al retorno de la democracia en Venezuela, tras tildar de “farsa” las elecciones en las que Nicolás Maduro ganó un segundo mandato.
El gobierno de Donald Trump “no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desmorona y la miseria de su valiente pueblo continúa”, dijo el vicepresidente Mike Pence.
“La elección de Venezuela fue una farsa, ni libre ni justa. El resultado ilegítimo de este proceso falso es un golpe más a la orgullosa tradición democrática de Venezuela”, apuntó en un comunicado.
En otra declaración, el secretario de Estado, Mike Pompeo, también condenó las elecciones “fraudulentas” del domingo, boicoteadas por la oposición y no reconocidas por 14 países americanos, y anunció nuevas medidas punitivas contra Caracas.
“Estados Unidos está del lado de las naciones democráticas en respaldo del pueblo venezolano y tomará rápidas medidas económicas y diplomáticas para apoyar la restauración de su democracia”, dijo Pompeo.
El jefe de la diplomacia estadounidense consideró “esta llamada ‘elección'” como “un ataque al orden constitucional y una afrenta a la tradición democrática de Venezuela”.
“Hasta que el régimen de Maduro no restablezca la senda democrática en Venezuela a través de elecciones libres, justas y transparentes, el gobierno enfrentará al aislamiento de la comunidad internacional”, agregó.
Catorce países americanos del llamado Grupo de Lima decidieron este lunes llamar en consultas a sus embajadores en Venezuela y actuar para bloquear fondos internacionales destinados a Caracas.
Estados Unidos, que desde marzo de 2015 considera a Venezuela “una amenaza a la seguridad nacional”, ya aplicó una batería de medidas contra decenas de funcionarios y exfuncionarios venezolanos, entre ellos Maduro y otros altos cargos, a quienes acusa de corrupción y narcotráfico.
El viernes, en un aumento de la presión que inició en agosto pasado, el Departamento del Tesoro sancionó al poderoso dirigente venezolano Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido (PSUV) y uno de los políticos más influyentes del país, así como a su esposa Marleny Contreras y al empresario Rafael Alfredo Sarria.
Con la sanción a Cabello casi no quedan dirigentes venezolanos de importancia fuera de la mira del gobierno de Trump.
Según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés) del Tesoro, a inicios de mayo la lista de venezolanos sancionados alcanzaba a 62 personas y 15 entidades.
Washington, que compra un tercio del crudo venezolano, ya prohibió a entidades estadounidenses negociar deuda del Estado venezolano o de su petrolera PDVSA, y comerciar con el petro, la criptomoneda lanzada por Caracas.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, está sumida en la peor crisis económica de su historia.
Según funcionarios electorales, Maduro ganó con 68% de los votos emitidos, superando a su rival más cercano, Henri Falcón, que cosechó el 21%. La tasa de abstención fue del 52%, un máximo histórico.
Fuente: AFP