Jennifer Aniston conserva el mismo brillo y figura que la caracterizaron en los noventas, y eso se debe a la dieta que sigue, de manera que su cuerpo se conserve en tan buen estado. ¿Quieres saber qué régimen de alimentación sigue esta superestrella hollywoodense? Te la explicamos.
Sobre la dieta de Jennifer Aniston
Según Mujer Hoy, es probable que el régimen de alimentación que sigue Jennifer Aniston sea el ayuno intermitente, específicamente la modalidad 16:8, que implica 16 horas de consumo reducido de alimentos, seguidos de 8 horas de consumo más libre.
Esta distribución del tiempo implica que no hay desayuno, la alimentación de la persona se distribuye entre un almuerzo tempranero, un tentempié, y una cena a las 6 de la tarde de manera que todavía haya absorción de nutrientes.
En caso de que te quedes con hambre, puedes consumir té, pero ten en cuenta que no puedes comer absolutamente nada, ni siquiera lo más ligero.
Jennifer no sigue este régimen al pie de la letra, no es un secreto que ella toma jugo de apio por las mañanas, lo que técnicamente rompería el ayuno dado que el apio es una hortaliza.
Posibles riesgos
La dieta del ayuno intermitente no es apta para todo tipo de personas porque impide una absorción adecuada de nutrientes. Por otro lado, prolongar este régimen por mucho tiempo puede causar un déficit alimenticio con muchas consecuencias al organismo.
Mujeres embarazadas, lactantes, personas con problemas de tensión o de azúcar no deberían aplicar la dieta que sigue Jennifer Aniston, dado que ameritan una alimentación ajustada a su situación.
Si eres un comensal compulsivo o emocional, es poco probable que este régimen te dé los efectos que deseas porque implica un grado muy alto de compromiso que quizás no estés dispuesto o preparado para asumir.
La dieta de Jennifer Aniston no parece afectarle a nivel de salud, pero eso no significa que ocurra lo mismo contigo. Si planeas seguir un régimen de alimentación similar, debes consultar con un especialista médico para detectar las posibles complicaciones.
Fuente: La Opinión