Muchas veces, al cocinar la avena, lo hacemos sin saber que sus nutrientes se están perdiendo. Por otro lado, es muy común que se use cada vez más la avena instantánea, ya que es fácil de preparar. Sin embargo, no es tan nutritiva como parece.
Remojar la avena
El secreto para que la avena no pierda sus nutrientes es remojarla por un tiempo. Esto ayuda a eliminar una sustancia llamada ácido fitico. Este ácido, si no es eliminado, impedirá que los nutrientes se asimilen y por lo tanto, no puedas beneficiarte de ellos.
Al unirse el ácido fitico con los demás minerales que contiene la avena, ninguno de los nutrientes se absorberá como es debido. Por lo tanto, antes de cocinarla, es mejor que la remojes durante un tiempo. De esta forma, este ácido se descompone.
Cómo prepararla
Como ya sabes, al no prepararse bien, los nutrientes no podrán actuar de forma debida. Esto generará problemas graves de salud, como osteoporosis o anemia. La deficiencia en minerales tal vez se deba al mal procesamiento, o preparación de este cereal.
Pon la cantidad de avena que vas a usar en una taza, y agrega agua filtrada y limón. Deja reposar durante 7 horas. Cubre la taza con una toalla. Luego remueve el exceso de agua y pon la avena en una cacerola.
A esta le añadirás leche. Debe ser lo suficiente para cubrir la avena y conseguir una excelente composición. Cabe resaltar que es importante que la avena sea orgánica, es decir natural y no procesada.
Después que la mezcla hierva, sigue cocinando a fuego lento durante unos 5 minutos, hasta que tenga la consistencia apropiada. Finalmente, lo último que queda por hacer es servir, y añadirle canela o frutos secos.
Fuente: La Opinión