
Las delegaciones ucraniana y estadounidense comenzaron este domingo una reunión en la capital saudí, Riad, para abordar eventuales treguas parciales sobre la energía y la infraestructura civil, informó el ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umérov.
“Hemos comenzado la reunión con el equipo estadounidense en Riad. Estamos implementando la directriz del presidente de Ucrania para acercar (al país) una paz justa y fortalecer la seguridad”, escribió en su cuenta de la red social X.
Umérov, que encabeza la delegación ucraniana, indicó que la agenda de la reunión incluye propuestas para proteger las instalaciones energéticas y la infraestructura crítica.
Explicó que se trata de asuntos técnicos complejos, por lo que la delegación incluye expertos en energía, así como representantes militares versados en los componentes naval y aéreo.
En un principio Ucrania y Rusia se iban a reunir el lunes por separado con la delegación estadounidense, que estará compuesta por el enviado especial de EEUU para Ucrania, general Keith Kellogg y ayudantes suyos, por Michael Anton, director de Planificación de Políticas del Departamento de Estado, además de por representantes del consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, según ‘The New York Times’.
¿Por separado o conversaciones indirectas?
El lunes aterrizarán en Riad el jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Grigori Karasin, y el asesor del director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Serguéi Beseda, dos experimentados negociadores “muy conocedores de la problemática internacional”, según el Kremlin.
De permanecer la delegación de Ucrania en la capital saudí, la idea de EEUU sería efectuar conversaciones indirectas, lo que se conoce como diplomacia itinerante, es decir la delegación estadounidense iría de una sala a otra en Riad para tratar de mediar entre los representantes ucranianos y rusos, según explicó el jueves Kellogg.
Tanto los representantes ucranianos como rusos acuden a Riad con diferentes ideas en la mente de cómo debe ser un primer alto el fuego parcial, ya que, según el presidente estadounidense, Donald Trump, él y su homólogo ruso, Vladímir Putin, acordaron en su llamada telefónica del martes una tregua parcial sobre la energía y la infraestructura.
No obstante, el Kremlin declaró exclusivamente una tregua energética unilateral, que Kiev apoyó tras su llamada con Trump el miércoles, pero que no llegó a declarar porque quería primero conocer más detalles sobre su implementación.
De tregua en tregua
En la agenda de las reuniones de Riad de lunes con Rusia figurará la posible reanudación de una tregua en el mar Negro, que estuvo en vigor durante algunos meses en el primer año de la guerra y permitió a Kiev exportar de manera segura sus cereales en barcos mercantes que cruzaban el estrecho del Bósforo.
Lo más probable es que la delegación ucraniana insista en la necesidad de que Rusia deje de atacar a la infraestructura portuaria, especialmente la de Odesa, en el sur del país.
El Kremlin advirtió este domingo que estas conversaciones serán “difíciles”, pues hay “muchos escollos”, en palabras del portavoz, Dmitri Peskov.
Rusia ha rechazado por el momento una tregua total en Ucrania, tanto de seis meses como proponían los europeos como la de 30 días planteada por EEUU.
No obstante, la Casa Blanca pretende alcanzar un acuerdo de alto el fuego antes del 20 de abril, pero reconoce que ese cronograma podría verse alterado dadas las amplias diferencias entre las dos partes, según personas familiarizadas con los planes citadas por la agencia Bloomberg.