Por: Ling Almánzar
En las últimas décadas, el país ha estado lleno de hechos siniestros y escalofriantes que se han convertido en la gran sensación mediática de la prensa internacional.
En la primera entrega se recogió el reciente caso de Sadiksha Konanki y los del niño Llenas Aybar, Emely Peguero, entre otros, que se volvieron una comidilla ardiente. Pero hay más: están el atentado en el metro, el reperpero por el canal de agua en Haití, el asunto Elizabeth Silverio, las fechorías de Pércival Matos, las abortadas elecciones de 2020, la gran explosión de San Cristóbal.
Terror bajo tierra
En octubre de 2017 hubo un hecho aterrador: el atentado en el metro de Santo Domingo, cuando Franck Kelin Holguín detonó un artefacto y ejecutó una explosión siniestra, en uno de los vagones. De inmediato, las consecuencias fueron catastróficas.
Francis González salió desollado y casi irreconocible de ese atentado criminal. Sufrió quemaduras importantes y hondas, y las heridas psicológicas no fueron menos profundas. Sobrevivió para contarlo. Otros también sufrieron lesiones, aunque en menor grado. El terrorista cumple 35 años de cárcel.
Lío por el canal de Haití
Desde el 2023, República Dominicana y Haití han protagonizado un conflicto diplomático que escaló a nivel internacional, debido a un polémico canal en el vecino país, que busca aprovechar las aguas del río Masacre.
Ambos países no solo entorpecieron sus relaciones, sino que han librado grandes batallas diplomáticas en la ONU y la OEA. Es más, el Gobierno dominicano cerró la frontera por Dajabón, en protesta por la construcción del canal, y dispuso registrar a los haitianos que ingresen a comerciar en el país.
Pasado el tiempo, se informa que el canal de agua está funcionando, mientras el tema se ha enfriado. Sin embargo, las autoridades dominicanas informan, cada día, de redadas y deportaciones masivas de haitianos indocumentados.
Otra: De Konanki a Llenas Aybar: las comidillas más sonadas en RD
Lo de Elizabeth Silverio
En octubre de 2024, un caso escandaloso obtuvo condena en la Justicia. A Elizabeth Silverio le cantaron 7 años de prisión y el pago de indemnizaciones por usar títulos falsos haciéndose pasar por “neurocientífica”.
Desde que el programa N Investiga destapó el caso, arrancó una amplia investigación que dio como resultado el apresamiento y sometimiento de Silverio, acusada de usurpar funciones en el área de la salud.
La encontraron culpable de utilizar documentos falsos y hacerse pasar por doctora, violando la Ley General de Salud, en el Centro Kogland, donde atendía a niños que están en el espectro autista.
El caso logró mayor resonancia, cuando Silverio dijo que poseía acreditaciones internacionales para ejercer como “neurocientífica”, pero se demostró que esto era falso. Ella no estaba autorizada ni acreditada para hacer semejante trabajo.
Pércival Matos: ¿un Robin Hood sin capa?
John Pércival Matos puso en zozobra a las autoridades. Junto a otros, perpetró una serie de robos a mano armada, donde dejaron personas heridas y sembraron el pánico en la población. Plaza Lama, La Sirena y otros negocios fueron víctimas. ¿Cuál establecimiento será el próximo?, era la incertidumbre de esos días febriles.
Pero, finalmente, lo reventaron en diciembre de 2016, tras arduas e intensas búsquedas e investigaciones. Cayó en una cabaña de Monseñor Nouel. Tenía fusil, pistola, yipeta. Había sido militar y se creía “un” Robin Hood cualquiera, que podía robar a sus anchas para “dárselo” a los pobres.
Elecciones perdidas
Los ojos del mundo se clavaron en República Dominicana, cuando se suspendieron las elecciones municipales de 2020. Era febrero y todavía no había entrado la pandemia. Además, por primera vez habría un intervalo de tres meses entre esos comicios y los presidenciales y congresuales, y se estrenaría el voto automatizado.
Pero sucede que esa modalidad de votación se fue a pique: las máquinas fallaron, el software resultó un tollo, y se abortó la jornada electoral. Finalmente, las elecciones se realizaron en marzo del mismo año.
Un “big bang” en RD
El lunes 14 de agosto de 2023 fue un día siniestro, al producirse la explosión de San Cristóbal, que fue como un “big bang”. En horas vespertinas, la fábrica Vidal Plast, en el mercado público de esa localidad, voló por los aires, arrasando todo lo que encontró a su paso.
La causa fue un enorme tanque de gas que estalló en pedazos, desatando una pesadilla de fuego, muerto y luto. Las llamas se tragaron el lugar, devorando locales y personas. Los daños humanos y materiales fueron ingentes, y las heridas psicológicas continúan… De alguna manera, las llamas siguen vivas en la mente de testigos y víctimas.
