
La procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, reveló que cada año el Ministerio Público recibe más de 70 mil denuncias de violencia de género, de las cuales más del 95% son presentadas por mujeres, reflejando la gravedad de este flagelo en la sociedad dominicana.
Durante un evento donde abordó los retos que enfrentan las mujeres en espacios de poder, la magistrada hizo un llamado a la sociedad dominicana a iniciar una reflexión profunda y a construir una agenda nacional que supere barreras políticas y religiosas, entendiendo que este es un asunto de “vida o muerte”.
“No abogo porque las mujeres valgan más que los hombres”, enfatizó Reynoso, “abogo por un clima de equidad que nos permita desarrollar una sociedad más justa”. Añadió que la problemática de la violencia de género debe ser vista más allá de los intereses particulares, y asumida como prioridad nacional.
Desafíos de ser mujer en posiciones de liderazgo
La procuradora también compartió su experiencia personal, destacando los retos que enfrentan las mujeres en puestos de dirección. Al referirse a su llegada como fiscal titular del Distrito Nacional, indicó que a pesar de contar con dos maestrías y más de once especialidades, lo que predominó en la conversación pública fue “quién podría ser mi pareja”, minimizando así su trayectoria profesional.
“Ser mujer implica muchos desafíos cuando estás en un puesto de dirección. Tienes que revalidarte todos los días, debido a los niveles de cuestionamientos que no son iguales con los hombres”, señaló Reynoso.
En su intervención, la magistrada lamentó la existencia de una cultura de competencia entre mujeres, la cual calificó de “injusta”. “No compito con ninguna mujer. La única competencia válida es aquella que se hace con usted misma. Entrar en un esquema de denigrar y competir contra las propias mujeres es muy injusto”, puntualizó.
Compromiso institucional
La titular del Ministerio Público reafirmó su compromiso de luchar contra la violencia de género y continuar impulsando cambios institucionales que permitan mejorar la atención a las víctimas y fortalecer los procesos judiciales, en aras de garantizar protección efectiva y acceso a la justicia para todos.
La magistrada concluyó insistiendo en la necesidad de romper con los estigmas que aún rodean la participación de la mujer en espacios de poder, al tiempo que pidió trabajar de manera conjunta en políticas de equidad que permitan reducir las brechas de género y avanzar hacia una sociedad más incluyente.