
Por: Jesús Peguero
Criaderos de mosquitos, mal olor, aguas residuales y desechos sólidos son algunos de los males que afectan a los residentes de la urbanización Brisas de Resolí, en la calle Colón, del municipio cabecera de Azua, ante el abandono de las autoridades por el flujo de agua con heces fecales, que salen por un desagüe de la Fortaleza 19 de Marzo.
De acuerdo al presidente de la junta de vecinos del lugar, Elvin Antonio Díaz, las aguas están provocando enfermedades entre los moradores, lo que ha desatado terror en los habitantes, ya que recientemente la Dirección Provincial de Salud reportó 182 casos de malaria en la provincia.
“Tenemos 20 días comunicando la situación al Inapa y otras instituciones gubernamentales, por el riesgo que conlleva el desagüe, pero no han prestado atención al caso”, dijo Díaz.
Expresó que las aguas contaminadas llevan todo este tiempo circulando por el sector y peor aún, porque está al borde de las viviendas, donde residen niños, ancianos y personas adultas.
Frente a la situación, aseguró que más de de 100 familias y la Escuela Vocacional de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se han visto afectadas por la pestilencia y el enjambre de gusanos y mosquitos, que crecen cada día, por los inconvenientes actuales.
Llamó a las autoridades a resolver la situación.