Los nuevos aranceles del 25 % sobre las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos entraron en vigor este miércoles sin excepciones, golpeando a socios comerciales clave como Canadá, México y China.
La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, busca proteger la industria local, pero expertos advierten que encarecerá la producción en sectores como la construcción, el automotriz y la manufactura de productos enlatados.
Canadá, principal proveedor de aluminio para EE.UU. y gran exportador de acero, es uno de los países más afectados. Según el economista Gregory Daco, el país norteamericano suministra el 50 % del aluminio y el 20 % del acero que importa Estados Unidos.
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Además, la medida golpea a Brasil y México en la exportación de acero, mientras que Emiratos Árabes Unidos y Corea del Sur ven afectadas sus ventas de aluminio. Con estos aranceles sumándose a restricciones previas, algunos productos canadienses y mexicanos podrían enfrentar tarifas de hasta 50 %, salvo que cumplan con el T-MEC.
El anuncio de los aranceles sacudió los mercados: los principales índices de Wall Street cayeron por segundo día consecutivo, mientras empresas estadounidenses buscan alternativas para evitar el impacto en costos.
En Canadá, la medida provocó tensiones con Ontario, que respondió imponiendo un recargo eléctrico a tres estados de EE.UU., aunque luego suspendió la decisión tras negociaciones con Washington.
El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, defendió la estrategia de Trump, asegurando que “se está usando el poder económico de EE.UU. para beneficiar al pueblo”.
Mientras tanto, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y funcionarios estadounidenses discutirán en Washington una posible revisión del T-MEC antes de la fecha límite del 2 de abril.
Los fabricantes en EE.UU. ya sienten el golpe. La expectativa de estos aranceles llevó a los productores nacionales de acero y aluminio a aumentar sus precios, lo que ha generado incertidumbre en el mercado.
Aunque algunas empresas ven la medida como una forma de reducir la competencia extranjera, otras advierten que el aumento en costos hará que los productos nacionales sean más caros para los consumidores.
A diferencia de 2018, esta vez los aranceles abarcan no solo materias primas, sino también productos terminados, lo que podría elevar los costos en múltiples sectores.
A pesar de las visitas de representantes de Australia y Japón a Washington, la Casa Blanca decidió no otorgarles exenciones. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, calificó la medida de “injustificada”, pero descartó represalias comerciales.
Con los nuevos aranceles en vigor, Trump ha adelantado que el 2 de abril anunciará nuevas restricciones para frenar lo que considera prácticas comerciales desleales, lo que podría extender la disputa a otros países y sectores.
Infobae
Por: Itzel Olivo
