
Reino Unido.– La próxima semana, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emanuel Macron, viajarán a Washington para reunirse con Donald Trump, y en ese encuentro presentarán un plan para crear una “fuerza de seguridad” europea destinada a prevenir ataques rusos en territorio ucraniano si se alcanza un acuerdo de paz.
Según avanzó este miércoles el diario británico The Daily Telegraph, la propuesta involucraría a menos de 30.000 soldados y se concentraría en la defensa aérea y marítima de Ucrania.
El despliegue de tropas terrestres sería mínimo y serviría para controlar ciudades, puertos y otras infraestructuras críticas, como las plantas nucleares. En cualquier caso, se evitarían las aproximaciones a la línea de frente.
En palabras de un funcionario conocedor del plan, la misión europea se basaría fundamentalmente en el “monitoreo técnico”, con aviones de vigilancia, drones y satélites encargados de proporcionar una “imagen completa” de lo que sucede en Ucrania.
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También se enviarían buques al Mar Negro para evitar amenazas rusas a las rutas de navegación comercial. Asimismo, el plan contempla que Estados Unidos disponga de aviones de combate y misiles en Europa oriental para responder con contundencia si Rusia ignora el alto el fuego. Se cree que Trump accederá a este requisito, ya que eso le evitaría desplegar tropas estadounidenses en Ucrania.
La posibilidad de enviar tropas a Ucrania también ha planteado dudas en el Reino Unido, especialmente en lo que se refiere a la capacidad del Ejército británico para garantizar la seguridad en el país.
Se estima que Londres podría contribuir a la misión de paz con cerca de 20.000 efectivos, algo menos del 30% de sus tropas, pero los expertos consideran que estas cifras son excesivamente optimistas. También está en duda la capacidad de reforzar el apoyo armamentístico con la meta actual de gasto militar, fijada en el 2,5% del PIB. Algunos altos mandos militares han pedido al Gobierno británico que amplíe este objetivo hasta el 2,65%.