La reciente serie de incidentes aéreos y desastres en los últimos días ha generado preocupación sobre la seguridad de viajar en avión. Desde la trágica colisión en el aire cerca de Washington, que cobró la vida de 67 personas, hasta la desaparición de una aeronave en Alaska, los titulares sobre accidentes aéreos se han vuelto cada vez más frecuentes.
Esto, unido a otros incidentes, como un avión que se incendió durante el despegue en Houston o el accidente de un avión ambulancia en Filadelfia, ha dejado a muchos cuestionando si volar sigue siendo una forma segura de transporte.
Los incidentes más graves
Uno de los incidentes más impactantes ocurrió el 29 de enero, cuando un avión de pasajeros de American Airlines colisionó en el aire con un helicóptero del Ejército de EE. UU., matando a todas las personas a bordo de ambas aeronaves. Este fue el peor accidente aéreo en EE. UU. desde 2001. La tragedia ha reavivado el debate sobre la seguridad aérea, ya que no se había producido un accidente mortal de esta magnitud en 14 años.
Mientras tanto, en Alaska, un accidente de una avioneta Cessna de un solo motor dejó diez muertos, incluidos el piloto y varios pasajeros. Este accidente resalta que los aviones más pequeños, como los de aviación general, son más propensos a accidentes fatales. Además, el 31 de enero, un avión ambulancia Learjet se estrelló en Filadelfia, causando la muerte de seis personas a bordo y otra más en tierra, subrayando los peligros que también enfrentan los aviones destinados a misiones de emergencia.
¿Deberíamos preocuparnos por la seguridad aérea?
Aunque los recientes accidentes son trágicos, es importante ponerlos en perspectiva. Los accidentes aéreos mortales son excepcionales, y el historial de las aerolíneas estadounidenses es notablemente seguro. De hecho, el último accidente mortal en una aerolínea estadounidense ocurrió en 2009, lo que pone en evidencia la seguridad del sistema aéreo en ese país.
Sin embargo, los accidentes no solo han ocurrido en Estados Unidos. En diciembre pasado, un accidente aéreo en Corea del Sur mató a 179 personas, lo que demuestra que, aunque raros, los accidentes mortales continúan ocurriendo a nivel mundial. Además, los dos accidentes fatales relacionados con el avión 737 Max de Boeing en 2018 y 2019 siguen generando preocupación sobre la fiabilidad de este modelo en particular. A esto se suma un incidente reciente en el que un tapón de puerta se desprendió de un 737 Max durante un vuelo, lo que reavivó las dudas sobre la seguridad del avión.
Factores que afectan la seguridad aérea
La congestión del sistema de control de tráfico aéreo también es una preocupación creciente. Muchos funcionarios han expresado su preocupación por un sistema sobrecargado y con falta de personal. Factores como salarios no competitivos, largos turnos de trabajo y un fuerte desgaste del personal contribuyen a la escasez de controladores aéreos, lo que podría poner en riesgo la seguridad en los cielos.
El presidente Donald Trump abordó este tema, calificando el sistema de control de tráfico aéreo de “obsoleto” y prometiendo reemplazarlo. Esta situación ha sido un tema de debate en la industria durante varios años.
¿Es el avión el medio de transporte más seguro?
A pesar de estos incidentes y preocupaciones, los expertos insisten en que viajar en avión sigue siendo una de las formas más seguras de transporte. Según el secretario de Transporte de EE. UU., Sean Duffy, volar es “mucho más seguro que viajar en coche o tren”. Las estadísticas respaldan esta afirmación.
El Consejo Nacional de Seguridad estima que los estadounidenses tienen una probabilidad de 1 entre 93 de morir en un accidente de vehículo motorizado, mientras que las muertes en aviones son tan raras que no se pueden calcular las probabilidades exactas.
Con información de AP.
Por: Yari Araujo