El informe sobre el proyecto de la Barrick revela una situación compleja en torno al reasentamiento de las comunidades afectadas en Cotuí, Sánchez Ramírez.
Un trabajo de N Investiga señala que a pesar de que la obra ha avanzado significativamente, con viviendas ya terminadas y servicios básicos como el acueducto y la electrificación, persisten preocupaciones legítimas entre los residentes.
La falta de tierras fértiles y espacios para cultivos, así como la ausencia de infraestructuras esenciales como escuelas, parques y un dispensario médico, generan descontento y desconfianza entre los residentes afectados por la construcción de una presa de cola.
El viceministro de Energía y Minas, Miguel Ángel Díaz, señala que el proyecto actual va más allá de lo que se había prometido en el pasado, en comparación con el proyecto anterior de la presa El Llagal. Sin embargo, la percepción de los comunitarios es que las promesas previas no se han cumplido, lo que alimenta su temor y escepticismo.
Por otro lado, la empresa Barrick Gold enfrenta complicaciones debido a la falta de títulos de propiedad en un alto porcentaje de las tierras donde residen los comunitarios.
Puedes leer: Agricultor con más de 80 años residiendo en Cotuí rechaza reubicación propuesta por Barrick y esta son sus razones
Esto complica el proceso de reasentamiento, ya que muchos residentes, a pesar de no tener títulos formales, sostienen que son legítimos propietarios de sus terrenos, respaldando sus afirmaciones con documentación histórica.
La situación destaca la necesidad de un diálogo efectivo entre las autoridades, la empresa y la comunidad para abordar las inquietudes de los residentes y garantizar que se cumplan las promesas de desarrollo y compensación, evitando así la repetición de errores del pasado.
La resolución de los problemas de titularidad y la implementación de servicios básicos son fundamentales para lograr una integración exitosa de la comunidad en el nuevo proyecto.