El escándalo sexual que involucra al excantante Masahiro Nakai y la cadena Fuji TV ha causado indignación en Japón, reabriendo el debate sobre las malas prácticas en la industria del infoentretenimiento. Este sector ha estado salpicado por casos de abusos que han sido ignorados o encubiertos por empresas influyentes.
La polémica creció luego de que los directivos de Fuji TV ofrecieran una rueda de prensa que duró más de 10 horas, pero fue vista como insuficiente. Este caso ha impactado profundamente a la sociedad japonesa porque Nakai es una figura muy querida, exmiembro del exitoso grupo de pop SMAP y presentador de televisión. Además, se acusa a Fuji TV de intentar ocultar el incidente.
El escándalo llevó a la retirada de Nakai de la televisión y a la renuncia del presidente de Fuji TV, Koichi Minato. Este caso recuerda al de Johnny and Associates, una agencia de talentos cuyo fundador, Johnny Kitagawa, fue acusado de abusar de menores durante décadas.
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Los detalles del caso
El escándalo se reveló a través de revistas amarillistas en diciembre de 2023. Según estas publicaciones, Nakai participó en una cena organizada por Fuji TV, donde habría cometido un “acto sexual sin consentimiento” contra una presentadora de la empresa. Posteriormente, llegó a un acuerdo extrajudicial pagando 90 millones de yenes (unos 560.340 euros) para evitar un juicio.
La víctima necesitó atención médica y un largo período de recuperación. Nakai admitió haber llegado a un acuerdo, pero negó usar violencia. A pesar de esto, el 23 de enero anunció su retiro definitivo del entretenimiento y asumió “toda la responsabilidad”.
Boicots y reacción social
El escándalo generó una ola de críticas en internet y motivó que empresas como Softbank, Toyota y McDonald’s retiraran sus anuncios de Fuji TV, afectando a más de 70 anunciantes. La cadena mantuvo a Nakai en su programación hasta el 17 de enero, lo que agravó el descontento ciudadano.
Crisis en el modelo mediático
Expertos y medios como el Asahi Shimbun critican que el caso evidencia los problemas de la industria del showbiz y las dinámicas de poder que facilitan los abusos sexuales. Aunque Fuji TV ofreció explicaciones, se considera que no ha hecho lo suficiente para apoyar a la víctima.
En redes sociales, frases como “Pobre Fuji TV” se hicieron tendencia, dividiendo opiniones entre quienes defendieron a la cadena y quienes la acusaron de actuar de forma vergonzosa.
El caso de Nakai, como el de Johnny Kitagawa, ha puesto en el punto de mira la cultura corporativa de Japón, donde los poderosos suelen tener vínculos con los medios, dificultando que estos escándalos salgan a la luz.
Yahoo Noticia
Por. Itzel Olivo
