Naciones Unidas, EFE.- El secretario general de la ONU, António Guterres, nombró este viernes a la ghanesa Hanna Serwaa Tetteh, como nueva Representante Especial para Libia, un cargo que ha sido ocupado ya por tres personas distintas en los últimos tres años, además de quedar vacante durante largos periodos.
Además de su carrera política a la cabeza de varios ministerios en Ghana, entre 2009 y 2017, Tetteh ha ocupado posteriormente distintos cargos en organismos de Naciones Unidas radicados en África, siendo el último de ellos la Enviada Especial de Guterres para el Cuerno de África (2022-2024).
Tetteh hereda un cargo vacante desde el pasado abril, cuando el senegalés Abdolaye Bathily dimitió tras solo 18 meses y alertó de que el proceso político para unificar el país y señalar una transición a la democracia era casi imposible debido a que las “dinámicas internacionales” habían convertido el país en “un campo de batalla”.
El propio Bathily ocupó su cargo tras llevar otros 12 meses vacante, desde que su predecesor, el eslovaco Jan Kubis, presentara igualmente su dimisión, alegando entonces que no se sentía respaldado en su cargo por el Consejo de Seguridad.
Todo este ‘baile’ de enviados -hubo antes un libanés y un español- revela la cruda realidad de que los dos gobiernos que se reparten el territorio libio y que entran en combate de forma esporádica no parecen tener la intención de ceder poder con el fin consensuar un Gobierno para todos los libios.
A ello se suma la injerencia de varios países, vecinos o no, que tratan de afianzar su peso internacional con Libia como campo de pruebas, entre los que se cuentan a Egipto, Emiratos Árabes, Turquía, Rusia o Catar.
Fuente: EFE
Por: Yari Araujo