El pasado sábado 4 de enero, se desató una ola de indignación y preocupación tras denuncias relacionadas con una alarmante competencia de ingesta de bebidas en la cárcel de La Isleta, Moca.
Según declaraciones del activista social Guanchi Comprés, en el recinto penitenciario supuestamente se llevó a cabo una competencia de consumo de sustancias ilícitas entre los internos, lo que habría tenido graves consecuencias.
Comprés asegura que varios reclusos fueron trasladados de emergencia al hospital local tras participar en esta actividad. Entre ellos se encuentra Edward Cruz García, de 23 años, quien permanece en cuidados intensivos debido a la gravedad de su estado de salud.
El activista exige el traslado inmediato de los responsables de permitir este supuesto hecho y cuestiona cómo una actividad de esta naturaleza pudo ocurrir en un lugar destinado a la rehabilitación penitenciaria.
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Comprés destacó que estas acciones habrían sucedido a espaldas del director del centro penitenciario, quien cuenta con una reputación respetable. No obstante, llamó a las autoridades, incluida la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, a realizar una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
Uno de los elementos más alarmantes de esta denuncia es que, supuestamente, las cámaras de vigilancia de la cárcel no estaban operando, una situación que, según Comprés, ha sido reportada en múltiples ocasiones sin que se tomen acciones para resolverla.
“Es indignante que un centro que debería promover la reintegración social de los reclusos se haya convertido en un escenario para lo que podríamos llamar las ‘olimpíadas de las drogas’”, expresó el activista.
Además, hizo un llamado al presidente de la República para que intervenga directamente en este caso y garantice que las cárceles cumplan con su rol de corrección. “Es necesario actuar con firmeza para evitar que este tipo de hechos se repitan”, añadió.
La sociedad dominicana exige respuestas claras y acciones concretas frente a este escándalo, que pone en evidencia las presuntas fallas estructurales y de gestión en los centros penitenciarios del país. Este caso reabre el debate sobre la urgente necesidad de una reforma integral del sistema carcelario dominicano.
Por: Itzel Olivo
