El líder interino de Corea del Sur se comprometió el martes a transmitir al mundo que la situación ha vuelto a la normalidad tras el inicio de un proceso de juicio político contra el presidente conservador Yoon Suk Yeol por parte del parlamento, pero los partidos rivales empezaron a discutir sobre la mecánica de una decisión judicial para determinar si se le destituye formalmente o se le restituye.
El parlamento, controlado por la oposición liberal del país, votó el sábado a favor de la destitución de Yoon por su breve imposición de la ley marcial el 3 de diciembre, suspendiendo sus poderes presidenciales hasta que el Tribunal Constitucional determine si sostiene o revoca la decisión. Si Yoon es destituido, deben celebrarse elecciones para elegir a su sucesor en el plazo de dos meses.
El primer ministro, Han Duck-soo, quien se convirtió en líder interino, ha tomado medidas para tranquilizar a Estados Unidos y otros países y estabilizar los mercados. Presidiendo una reunión del consejo de ministros el martes, dijo que “continuaré haciendo todo lo posible para informar a la sociedad internacional de que la República de Corea está recuperando rápidamente la estabilidad y mantener la confianza con los socios”.
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Pero la intensa confrontación política del país parece estar lejos de terminar, ya que los partidos rivales han empezado a debatir sobre si cubrir las tres vacantes de jueces en el Tribunal Constitucional.
Para poner fin formalmente a la presidencia de Yoon se necesita el respaldo de al menos seis de los nueve jueces del comité del tribunal. Pero como hay tres vacantes por jubilaciones, la decisión para destituir al mandatario debe ser unánime.