Los problemas de salud visual no solo son consecuencia de enfermedades genéticas, también pueden aparecer como resultado de malos hábitos que realizas en tu día a día, Pues parte del buen funcionamiento de tu cuerpo depende de tu estilo de vida.
Fumar, beber alcohol con frecuencia, llevar una mala alimentación, así como trabajar frente a un ordenador sin descanso, son algunos de los malos hábitos que afectan a la vista; para conservar tus ojos en óptimas condiciones, es básico dejar atrás aquellos malos hábitos que afectan a la vista, pero que pueden parecer inofensivos.
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Fumar
El tabaquismo es reconocido como el principal factor de riesgo para un sinfín de enfermedades, incluyendo oftalmológicas, el humo del cigarrillo se caracteriza por contener miles de químicos tóxicos que desencadenan reacciones inflamatorias en todo el cuerpo. Y aunque sus consecuencias pulmonares son las más conocidas y temidas, a nivel ocular también repercute de manera negativa.
Usar maquillaje antiguo
El maquillaje de ojos puede hacer que tu mirada destaque, pero tanto el rímel como la sombra pueden contaminar o exponer tus ojos al polvo, aumentando la posibilidad de infecciones oculares o reacciones alérgicas.
El maquillaje antiguo y pasado de su fecha de caducidad es un gran causante de reacciones alérgicas y procesos inflamatorios en los ojos. Es por ello que tienes que ser consciente de qué tipo de maquillaje estás utilizando, ya que un cosmético inadecuado puede dañar tus ojos.
Pasar mucho tiempo frente a las pantallas
Los ordenadores, las tabletas, y los móviles inteligentes son herramientas cada vez más necesarias en nuestro día a día, por lo que con más frecuencia dependemos de una pantalla para la realización de muchas tareas, lo que provoca un cansancio visual que se expresa de distintas formas, pero los síntomas pueden incluir: ojo seco. visión borrosa.
No usar gafas de sol
La exposición excesiva y sin protección a los rayos solares UV puede causar daños oculares severos. El sol no solo es perjudicial para tu piel, también los rayos ultravioletas son dañinos para el globo ocular.
Tomar el sol sin proteger tus ojos aumenta el riesgo de padecer cataratas, queratitis y conjuntivitis, y de acelerar el envejecimiento ocular.
Usar lentillas sin recomendación de un profesional
Muchos lentes de contacto de venta libre con propósitos estéticos o decorativos pueden causar daños oculares graves si no se acude con un oftalmólogo previo a su compra.
Puede que tu ojo no sea apto para unas lentillas, o que no conozcas los cuidados habituales de los lentes de contacto. Estos descuidos podrían ser los causantes de irritaciones oculares, inflamaciones agudas y en casos severos, de ceguera.
Llevar una mala alimentación
Otro de los malos hábitos que afectan a la vista, es no llevar una alimentación variada y balanceada. Por eso, se debe ingerir alimentos que sean buenos para la vista, ya que una dieta de excesos con proporciones exageradas de grasas trans, carbohidratos y escasos alimentos nutritivos pueden ser el inicio de problemas de salud importantes como el colesterol alto, diabetes mellitus e hipertensión arterial.
Estas condiciones pueden mantenerse con el tiempo y empeorar, afectando no solo a la salud de tus órganos sino también a la calidad de tu visión. El globo ocular es particularmente sensible a los cambios de presión sanguínea, pudiendo desarrollar DMAE y pérdida total de la visión en casos de larga data.
Recientemente, hemos visto que una mala alimentación, condiciona un microbiota intestinal inadecuada que es origen de enfermedad de ojo seco.