Esta noche se desarrolla la final de la edición 73 de ”Miss Universo”, que este año se realiza en Ciudad de México y reúne a 130 candidatas de igual número de países que aspiran a alzarse con la corona.
Por tal motivo, N Investiga hizo un breve repaso de la historia de estos certámenes de belleza de la mano de los testimonios y experiencias de algunas de las más destacadas representantes que ha tenido la República Dominicana. Además, analizó ¿Qué tanta trascendencia tienen estos eventos en la actualidad cuando hay numerosas vías a través de las cuales las mujeres logran desarrollar sus carreras artísticas o destacarse en otras áreas?
Una historia que data desde los inicios del siglo XX
Los concursos de belleza en República Dominicana tienen una larga historia que se remonta a inicios del siglo XX, con el “Concurso Nacional de Belleza Señorita República Dominicana” que se realizó desde 1927 a 1929, pero por falta de recursos fue abandonado.
Entre las décadas de 1930 y 1940, surgieron de manera espontánea algunas competiciones, incluyendo una en la que resultó electa la primera dominicana que representó al país en 1930 en un concurso internacional, Amelia Octavia Ricart, escogida mediante votaciones públicas emitidas por medio de los cupones que aparecían en el Listín Diario.
En 1956, el Concurso Nacional Señorita República Dominicana se reinició formalmente, resultando coronada Olga Fiallo. Años después, entre 1960 y 1970, cobran auge las franquicias internacionales, siendo las más reconocidas Miss Universo y Miss Mundo, las cuales llegaron a protagonizar una gran rivalidad.
Mariasela Álvarez y Yaritza Reyes
La comunicadora dominicana Mariasela Álvarez, quien fue Miss Mundo en 1982, aseguró que Miss Mundo fue primero y al año siguiente los norteamericanos sacaron Miss Universo, forjando así una competencia entre Gran Bretaña y Estados Unidos. ”Luego, con los años han aparecido otros concursos internacionales que han cobrado importancia”, destacó.
Entre ellos, Miss Internacional, Miss Supranacional, Miss Gran Internacional y Miss Tierra. Sin embargo, los dos tradicionales siguen siendo Miss Universo y Miss Mundo.
La virreina Miss Mundo 2016 y Top 10 Miss Universo 2013, Yaritza Reyes, indicó que el Miss Universo es toda la parte de América, sin embargo, en cuanto se habla del continente asiático o el continente africano, las personas conocen mucho más el Miss Mundo. Reyes recalcó que esto también sucede debido a que Miss Mundo tiene 130 candidatas cada año aproximadamente y el Miss Universo siempre había tenido hasta este año 80 candidatas.
De su lado, Álvarez relató que cuando ganó Miss Mundo, terminaba de cambiar y asumir ”Belleza con un propósito”, dedicándose a las causas sociales y le estaban dando mucha más importancia a la preparación, a la capacidad de respuesta, a la inteligencia de la candidata.
Amelia Vega
En el 2003, con apenas 18 años, Amelia Vega también hizo historia al convertirse en la primera, y hasta ahora la única, dominicana en obtener el título de Miss Universo.
Renata Soñé
La segunda finalista del Miss Universo 2005, Renata Soñé dijo que no existían las redes sociales en aquel entonces, por ende lo que tenían eran las páginas de internet de los missologos y los seguidores de las reinas y habían unos tops y así más o menos se mantenían al tanto de cómo se manejaba cada chica pero no tenían una noción al 100% de quien podría ganar.
Una situación similar la vivió Yaritza Reyes, quien en 2013, clasificó en el top 10 de Miss Universo y tres años después, en 2016, participó en Miss Mundo, resultando coronada Virreina.
Una característica de los concursos de belleza es la descarnada competencia entre las participantes, donde cada una quiere sobresalir, ser la más simpática, culta, bella y carismática.
En el caso de Soñé, esta aseguró que no se sintió afectada durante su participación debido al apoyo de su familia y de personalidades que estuvieron brindándole soporte en todo momento y ella sintió que formó una pared y una coraza en la cual las cosas literalmente ”le resbalaban”.
A juicio de Yaritza Reyes, en los concursos nacionales hay mucha más competitividad que en los internacionales, donde hay más solidaridad entre las participantes debido a que al estar lejos de sus hogares están más vulnerables.
Sin lugar a dudas, durante muchos años, ganar un concurso de belleza representaba el pase de acceso hacia los medios de comunicación y una catapulta para destacarse y proyectarse. Hoy, en 2024, se formula la incógnita de si los concursos siguen teniendo la misma trascendencia aun cuando las mujeres han logrado insertarse en posiciones de mayor relevancia que históricamente eran ocupadas por hombres, hay más igualdad salarial y son mayoría en las aulas universitarias.
Derechos Humanos
La defensora de los derechos humanos Yildalina Tatem Brache, sostuvo que, la inclusión de las mujeres en el mundo público lamentablemente no ha estado acompañada de una deconstrucción de los estereotipos y de construir y de seguir construyendo a las mujeres como que lo que le corresponde es ese lugar de belleza o de acompañamiento, de apoyo y de cuidado.
En el caso de Mariasela Álvarez, dice que no puede renegar de haber sido Miss Mundo y del hecho de que esto le abrió muchas puertas, y aún le sigue abriendo puertas.
Mientras que Renata afirma que es una plataforma excelente y cuando se combina con las redes sociales, es aún mejor.
Como es natural, en torno a los cursos giran opiniones controvertidas. Especialistas en derechos humanos y activistas feministas consideran que responden a la idea colonialista de que los seres humanos valen en función de una apariencia, sobre todo en las mujeres que siempre hemos estado valoradas en la medida en que somos bellas, perjudicando la realidad de la existencia.
Pero, este debate no es nuevo. En 1970, un grupo de feministas irrumpió en el concurso de Miss Mundo en Londres y provocó la suspensión de la proyección del concurso por la televisión.
Renata Soñé, actualmente casada, con 2 hijos, maestra de ceremonias, actriz y creadora de contenido, reconoce que la belleza sigue siendo un elemento primordial en estas competiciones.
Yaritza Reyes, actualmente casada, Gerente de Relaciones Públicas y CEO de la Fundación Samaná Group, una empresa de servicios inmobiliarios en esa provincia que fundó junto a su esposo, entiende que todo depende del uso que en un futuro le den las candidatas a su exposición.
En lo que coinciden exreinas, es en que no se arrepienten de haber participado en estos concursos y destacan que las lecciones aprendidas van más allá de medidas perfectas y un impecable, vestido, maquillaje y peinado.
Aun cuando han transcurrido 72 años de que se coronara la primera Miss Universo, la finlandesa, Armi Kuusela, poco ha cambiado en este concurso.
Y es que a pesar de los numerosos esfuerzos de “inclusión”, entre comillas, de organizaciones de Miss Universo, la competencia sigue contribuyendo a la promoción de inalcanzables estándares de belleza y de dedicar gran parte de nuestros esfuerzos a buscar validación por el físico.
gp