“Mary Poppins” se ha convertido en un clásico atemporal, reconocido por sus alegres canciones y sus encantadores pingüinos bailarines. Sin embargo, detrás de la magia de esta icónica niñera se encuentra una historia menos dulce, marcada por la desaprobación de su creadora, Pamela Lyndon Travers.
La creación de Mary Poppins
Mary Poppins, la mágica niñera que llegó volando desde el este a la casa del No. 17 de la calle Cerezo en Londres, hizo su primera aparición en 1934. Su creadora, Pamela Lyndon Travers, conocida como P.L. Travers, siempre defendió que su personaje no estaba basado en ninguna persona real. Durante una entrevista con la BBC en 1988, Travers comentó con escepticismo: “¿O es que tú alguna vez conociste a alguien que se deslizara hacia arriba en una barandilla?”
Travers, que nació en Australia bajo el nombre de Helen Lyndon Goff, introdujo a los lectores en un mundo donde lo extraordinario se encuentra en lo cotidiano. A lo largo de su vida, escribió ocho libros sobre Mary Poppins, incluyendo “Mary Poppins Regresa” y “Mary Poppins Abre la Puerta”.
La vida personal de Travers
A pesar de que las historias de Travers reflejan una familia convencional con el Sr. y la Sra. Banks y sus cuatro hijos, su propia vida estuvo marcada por la turbulencia. Su padre, un banquero que fracasó, murió cuando ella tenía solo siete años, y su madre, abrumada por la tragedia, intentó suicidarse. Esta experiencia influyó en Travers, aunque ella siempre minimizó su impacto en su escritura.
Un personaje que sí inspiró a Mary Poppins fue su tía abuela Ellie, una figura disciplinaria y formidable en su vida. La relación con su tía aportó tanto estructura como desafíos, y esas cualidades se reflejan en la complejidad de la niñera que Travers creó.
La magia de Mary Poppins
La primera novela de Mary Poppins fue escrita en una cabaña antigua durante un periodo de enfermedad. Travers confesó que nunca imaginó que alguien querría publicar su obra; la escribía para sí misma. Sin embargo, un amigo la llevó a una editorial y el libro fue un éxito inmediato.
La historia de Mary Poppins se desarrolla en el Londres de la Depresión, un tiempo de ansiedad económica. A pesar de ser de clase media, la familia Banks se enfrenta a dificultades financieras, reflejadas en su “casa pequeña y deteriorada”. La Mary Poppins de Travers es una figura ambivalente: aunque lleva a los niños a aventuras mágicas, también es “enojada”, “desdeñosa” y “aterradora”.
El impacto de la película de Disney
A pesar del gran éxito de la película de Walt Disney, lanzada hace 60 años, Travers desaprobó su tono alegre y azucarado. Para ella, la esencia del personaje de Mary Poppins era mucho más compleja. La mágica niñera era una figura que, aunque proporcionaba consuelo y cuidado, también desafiaba a los niños a enfrentar sus propios miedos y a aprender lecciones difíciles.
La conexión entre la historia de Travers y el mundo de Disney es fascinante. La vida de Mary Poppins, en la que se mezcla la magia con el realismo, ha resonado con millones de lectores y espectadores en todo el mundo. Sin embargo, es esencial recordar que la historia original tenía matices que a menudo se pasaron por alto en la adaptación cinematográfica.
Pamela Travers no solo creó a Mary Poppins; también le dio vida a un personaje que desafía las convenciones. Aunque su visión fue transformada en la película de Disney, la esencia de Mary Poppins, con sus sombras y luces, sigue siendo un recordatorio de la complejidad de la infancia y la importancia de enfrentar la realidad con un toque de magia.
Para aquellos que aman la historia de Mary Poppins, es fundamental explorar las obras originales de Travers y entender la profunda conexión entre la autora y su célebre creación. Al hacerlo, descubrimos no solo la magia de una niñera, sino también la vida de la mujer que la inspiró.
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