Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, nacido el 1 de septiembre de 1906 en Villa Bisonó, municipio de Santiago de los Caballeros, es una de las figuras más emblemáticas de la historia política de la República Dominicana.
Hijo de Joaquín Balaguer Lespier, de origen catalán, y Carmen Celia Ricardo, oriunda de Puerto Plata, Balaguer se destacó como ensayista, escritor, estadista, poeta y político, ocupando la presidencia del país en siete ocasiones a lo largo de su carrera.
Su personalidad pacífica y enigmática, influenciada por el secretismo de la era trujillista, le valió el apelativo de caudillo, debido a su persistencia en mantenerse en el poder a través de elecciones cuestionadas y la persecución política.
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Bajo su mandato, el país experimentó un notable desarrollo en infraestructura, destacándose la construcción de avenidas, hospitales, represas, el Faro a Colón, y diversas carreteras que modernizaron la nación.
Balaguer compartió el Premio Nacional de Literatura en 1990 con su rival político Juan Bosch, un gesto que reflejó la dualidad de su figura, tanto como líder político como hombre de letras.
Su trayectoria política comenzó en 1930, tras su participación en la conjura que llevó al poder a Rafael Leónidas Trujillo. Durante la dictadura trujillista, ocupó importantes cargos diplomáticos y ministeriales, convirtiéndose en presidente en 1960, tras la renuncia del hermano de Trujillo.
El asesinato de Trujillo en 1961 dejó a Balaguer con la difícil tarea de desmantelar el régimen dictatorial, pero fue derrocado en 1962 y se exilió en Nueva York. Regresó a la República Dominicana en 1966, cuando ganó las elecciones presidenciales representando al Partido Reformista, derrotando a Juan Bosch. A partir de entonces, su influencia en la política dominicana se mantuvo hasta la década de 1990, a pesar de las controversias y acusaciones de fraude electoral que marcaron sus mandatos.
A lo largo de su vida, Balaguer publicó más de una treintena de libros que incluyen poesía, biografías y ensayos, dejando un legado tanto en la literatura como en la historia política del país. Aunque su estilo de gobierno paternalista y caudillista fue criticado, su impacto en la República Dominicana es innegable, habiendo sido una figura central en la política dominicana durante gran parte del siglo XX.
Joaquín Balaguer falleció en 2002, pero su influencia persiste en la memoria colectiva del pueblo dominicano.
Por: Itzel Olivo