El ejército israelí dijo haber interceptado un misil lanzado desde Yemen el domingo por la mañana, horas después de que aviones israelíes golpearan varios objetivos hutíes en el país de la península Arábiga.
Los bombardeos israelíes, que respondían a un ataque de dron letal en Tel Aviv, eran la primera respuesta conocida israelí a los reiterados ataques hutíes durante sus nueve meses de guerra contra Hamás en la Franja de Gaza. El brote de violencia entre los lejanos enemigos ha amenazado con abrir un nuevo frente mientras Israel combate una serie de grupos aliados de Irán en toda la región.
El ejército israelí confirmó el sábado por la noche los ataques aéreos en la ciudad portuaria de Hodeida, un bastión hutí.
Los ataques aéreos realizados con aviones F-15 y F-35 fabricados por Estados Unidos respondían a cientos de ataques hutíes, afirmó el ejército.
Israel, junto con Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados occidentales con fuerzas en la región, ha interceptado casi todos los misiles y drones hutíes. Pero la madrugada del viernes, un dron hutí penetró las defensas antiaéreas y se estrelló en Tel Aviv, la capital comercial y cultural del país, y mató a una persona.
El ejército israelí dijo que el ataque del sábado a unos 1.700 kilómetros (más de 1.000 millas) de Israel, fue una de las operaciones más complicadas y a mayor distancia de su fuerza aérea. Dijo haber golpeado el puerto porque la zona se utiliza para entregar armas iraníes a Yemen.
El Ministerio de Salud en Saná dijo que 80 personas habían resultado heridas en un análisis preliminar de los ataques en Hodeida, la mayoría con quemaduras graves. El ataque israelí provocó un enorme incendio en el puerto.
“El incendio que arde ahora en Hodeidah se ve en todo Oriente Medio y su significado está claro”, dijo el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que prometió hacer ataques similares “en cualquier lugar donde pueda hacer falta”.
Los hutíes son uno de los grupos con apoyo iraní que han atacado a Israel en solidaridad con Hamás desde el ataque 7 de octubre del grupo armado palestino, que desencadenó la actual ofensiva israelí en Gaza.
Además de combatir contra Hamás, el ejército israelí cruza fuego a diario con la milicia Hezbollah en Líbano. Esos choques han planteado temores a que la violencia pueda derivar en una guerra abierta con Líbano y más allá.
El puerto de Hodeida también es un importante punto de entrada de suministros en Yemen, que lleva inmersa en una guerra civil desde 2014, cuando los hutíes tomaron buena parte del norte de Yemen y obligaron al gobierno con reconocimiento internacional a huir de Saná. Una coalición liderada por Arabia Saudí intervino al año siguiente en apoyo de las fuerzas del gobierno, y con el tiempo el conflicto se convirtió en una guerra indirecta entre Arabia Saudí e Irán.
La guerra ha matado a más de 150.000 personas, entre combatientes y civiles, y ha creado uno de los peores desastres humanitarios del mundo.
El vocero hutí Mohammed Abdulsalam dijo en X que la “descarada agresión hutí” había golpeado almacenes de combustible y la central eléctrica de la provincia. Añadió que los ataques pretendían “incrementar el sufrimiento de la gente y presionar a Yemen para que deje de apoyar a Gaza”.