Por Carlos Arturo Guisarre. El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Pavel Isa Contreras, dijo que una de las opciones que tiene el Gobierno de cara a la reforma fiscal es gravar con el impuesto a las transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS) a la totalidad de los productos que actualmente no están gravados.
“La primera y más obvia (opción) es gravar con el impuesto a las transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS) la mayor parte o la totalidad de los productos que actualmente no están gravados, sea con la tasa general o con una tasa reducida“, escribió Isa Contreras, un profesor de economía elevado a ministro, en su artículo “Alternativas y dilemas tributarios”, publicado el martes 16 de julio de 2024.
Isa Contreras indicó que la gran ventaja de esta opción es su potencia recaudadora., porque en la actualidad un poco más de mil productos, más de 17% del total y el equivalente al 37% del gasto de consumo de los hogares, no están gravados con el ITBIS. “Entre ellos hay muchos productos que no son alimentos básicos“.
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Adicionalmente, sostuvo que al ampliar el espectro de productos gravados, se reduce el espacio para el incumplimiento al fisco porque, a su entender, se facilita la detección de cualquier error o intento de incumplimiento.
“La desventaja es que gravar esos bienes incrementaría el costo de la canasta, especialmente en los estratos de población en pobreza o vulnerabilidad. Una tasa diferenciada del ITBIS para esos productos o mantener algunos productos críticos excluidos de la lista gravada aminorarían ese impacto no deseado”, admitió el funcionario.
Sin embargo, aseguró que estimaciones preliminares del MEPyD apuntan a que, bajo cualquier escenario razonable, los efectos de ampliar el número de productos gravados con ITBIS sobre la pobreza monetaria y la desigualdad “serían pequeños y pudieran ser compensados sin mayor dificultad”.
Impuesto sobre la renta para más empleados
El ministro de Economía ve factible las opciones de reducir el salario exento de impuesto sobre la renta para que más empleados lo paguen, aumentar el impuesto sobre la renta a los salarios más altos, además de incrementar el impuesto sobre los dividendos.
“El impuesto sobre la renta (ISR) grava los ingresos de las personas y de las empresas. En el caso de las personas, debido a los bajos salarios, más del 80% de las personas asalariadas no paga impuesto sobre la renta. Se podría considerar reducir el monto del salario exento y gravarle con una tasa baja (digamos 4% o 5%). Su efecto recaudatorio sería moderado, pero incrementaría, si bien modestamente, los niveles de pobreza. También se puede considerar crear un tramo superior con una tasa mayor a la actual de 25% para gravar los salarios más altos. Se trataría de una medida progresiva, pero su impacto recaudatorio sería bajo”, expresó Isa Contreras en su artículo.
De igual forma, manifestó que se podría incrementar la tasa actual de impuestos sobre dividendos y sobre los ingresos por intereses, que es de 10%. En el caso de los dividendos, “afecta a un pequeño grupo de personas, entre las más ricas, y tendría un efecto recaudador moderado”.
“Lo más justo, sin embargo, es que todas las personas tengan la obligación de declarar anualmente el total de sus ingresos de todas las fuentes, incluyendo dividendos e intereses, sobre los que se aplicarían las tasas correspondientes, las cuales crecen a medida que crece el ingreso. Pero el desafío administrativo no es menor“, detalló el ministro en su artículo.
También se refirió al cobro del impuesto sobre la renta a trabajadores y profesionales independientes. “Es ampliamente reconocido que allí hay un amplio campo para incrementar las recaudaciones, especialmente entre profesionales para los que una enorme proporción de sus ingresos están fuera del sistema. Eso debe cambiar. La administración tributaria está facultada para ello”.
Expresó que los incentivos tributarios son una herramienta necesaria para impulsar el desarrollo de actividades productivas. Para ello, dijo que estos deben ser bien acotados y temporales, y “su impacto debe ser medible“.
“Sin embargo, en la República Dominicana muchos de ellos (los incentivos) se otorgan por largos periodos de tiempo, son generalizados, no medimos sus resultados y, frecuentemente, se abusa de ellos”.