El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el régimen de Nicolás Maduro, publicó la noche de este miércoles el tarjetón oficial para los comicios presidenciales del 28 de julio, que muestra las posiciones que ocuparán tanto los partidos políticos como sus candidatos en las máquinas de votación.
Originalmente, 13 candidatos se habían postulado para la contienda presidencial. Sin embargo, después de algunas modificaciones y reemplazos en las nominaciones, el número se redujo a 10 contendientes, todos hombres.
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En los detalles del tarjetón, se destaca la posición central de la segunda fila asignada a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que presenta a Edmundo González Urrutia como candidato de la principal coalición opositora, respaldado igualmente por Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Movimiento por Venezuela (MPV).
Las agrupaciones que forman el Gran Polo Patriótico (GPP), en apoyo al régimen chavista, se ubicarán en la parte superior izquierda. Aquí, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) mantiene su tradicional posición en los tarjetones electorales ubicándose “arriba y a la izquierda”.
Con la publicación del tarjetón por parte del CNE, se pueden dividir a los aspirantes dentro de tres grandes categorías: el candidato de la dictadura, el opositor y los “opositores” que le hacen el juego al régimen chavista. La boleta ya no puede ser modificada y cualquier cambio que se realice en la previa a la fecha no se verá reflejado el día de la elección.
Nicolás Maduro, el candidato de la dictadura que viene de dos mandatos
El 14 de abril de 2013 y después de cinco horas de espera tras el cierre de las mesas de votación, Nicolás Maduro se atribuyó la victoria con el 50,66% de los votos frente al 49,07% de Henrique Capriles, una ventaja menor al 2%. Pese a las denuncias de fraude por parte de la oposición, el abanderado del chavismo se juramentó el 19 de abril para el período 2013-2019.
Y así comenzó su primer gobierno. Una administración que se vio fuertemente sacudida por una galopante crisis económica, una inflación que alcanzó niveles récord, miles de venezolanos que abandonaron el país y la represión que se saldó con las vidas de manifestantes que salieron a las calles para reclamar por sus derechos, que están siendo pisoteados.
En mayo de 2018 Maduro ganó la reelección bajo unas elecciones fraudulentas donde ningún representante opositor se presentó a los comicios (muchos de ellos presos, exiliados o proscriptos), salvo un dirigente minoritario, Henri Falcón, que sirvió como argucia política del régimen para legitimar los comicios.
Estados Unidos se pronunció y calificó la reelección de Maduro como una farsa. Para ese momento, el Fondo Monetario Internacional pronosticaba que la inflación en Venezuela podía llegar al 10.000.000% en 2019.