Este lunes 8 de abril se producirá un eclipse solar total, un evento astronómico que promete cautivar a millones de observadores expectantes en distintas partes de Estados Unidos que están ubicados en la trayectoria del fenómeno. Según la NASA, el eclipse de sol será visible a partir de las 10:55 de la mañana en la Ciudad de México y finalizará en Newfoundland, Canadá a las 5:19 p.m. hora local, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
Es precisamente por la relevancia y la atención que ha captado de este eclipse que expertos hacen especial énfasis en la importancia de proteger adecuadamente los ojos durante este espectáculo natural, por el daño que podría causar en la vista no tomar las medidas necesarias y, que en algunos casos, es irreversible.
“El peor error que podemos cometer es mirar directamente al eclipse, incluso por una fracción de segundo”, advirtió en entrevista con CNBC Ronald Benner, optometrista y presidente de la Asociación Americana de Optometría. Las consecuencias de no hacerlo pueden ser graves para la salud ocular.
“Al mirar un eclipse, la cantidad de radiación solar que se desprende puede quemar el interior del globo ocular. Es algo así como una quemadura solar”, explicó Benner. Esta afectación no solo concierne a las capas superficiales del ojo, sino que, de hecho, daña el tejido neurosensorial en la parte posterior del ojo, el cual es tejido cerebral. A diferencia de las quemaduras en la piel, el daño en este tejido “puede que nunca se recupere” una vez que ha sido afectado.
La retinopatía solar, término médico para lo que comúnmente se denomina “ceguera por eclipse”, es una lesión en la retina que puede producirse al observar un evento astronómico de este tipo sin la protección ocular necesaria. Este daño puede manifestarse de formas variadas, incluyendo la pérdida de la visión central, la distorsión en la percepción de colores y una visión distorsionada.
Los síntomas de la retinopatía solar no siempre se presentan de inmediato. Según el experto, “los efectos de la retinopatía solar a veces no aparecen durante cuatro a seis, o incluso diez horas después de que las quemaduras ya hayan ocurrido”. Esta condición puede “empeorar progresivamente en los días siguientes. A partir de ese punto, puede que se recupere. Puede recuperarse en seis días, en seis meses o quizás nunca recuperarse”.
La creencia popular de que los lentes de sol convencionales pueden ofrecer una protección eficaz contra el daño ocular durante un eclipse solar ha sido desmentida por especialistas, quienes subrayan que solo los lentes o visores que cumplen con la especificación internacional ISO 12312-2 garantizan una seguridad real. “Las gafas de sol, los telescopios sin filtro y los filtros polarizadores no son seguros para ver un eclipse”, señala la American Optometric Association (AOA).
Durante un eclipse solar total, se presenta una situación única comparada con otros tipos de eclipses. La NASA especifica que, cuando la luna bloquea completamente la superficie visible del sol, es el único momento en que los espectadores pueden quitarse las gafas de eclipse para observar el fenómeno directamente. Sin embargo, la totalidad del eclipse dura generalmente entre 3,5 a 4 minutos y, después de este breve lapso, es imprescindible volver a ponerse las gafas para mirar el eclipse.