La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo este martes que la actual crisis de seguridad y la inestabilidad política por la que atraviesa Haití está “matando” la agenda de cooperación con el país caribeño.
Así lo afirmó durante una entrevista con EFE el coordinador subregional para Mesoamérica y representante de la FAO en Panamá y Costa Rica, el brasileño Adoniram Sanches, quien indicó que con esta inestabilidad se imposibilita cualquier iniciativa de cooperación y de ayuda a la población con hambre en Haití.
Sanches resaltó que este problema de Haití le preocupa “mucho” a la FAO, toda vez que junto a agencias del sistema de Naciones Unidas como Unicef y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tienen un cuadro de técnicos grande en el país caribeño, pero que en los últimos cinco años, por esa inestabilidad social, política, “se veía claramente que se iba entrando en una agenda de emergencia”.
Recordó que antes de todo esto “había luces”, pudiendo hacer trabajo de campo, distribuir semillas, llevar técnicos de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), de México con especialistas en captura y cosecha de agua, almacenamiento, estructuras de reservorios y cisternas.
Leer también: Guy Philippe no acepta recomendaciones de Caricom sobre Haití y llama a la desobediencia
“Veníamos bien así, mucha cobertura de los países grandes, que llamamos los países primos fuertes, como Brasil, Colombia, Chile, el propio México, con mucha cooperación con sus agencias sobre Haití. Pero ahora no logramos entrar, yo por ejemplo no puedo ir porque no tengo autorización ni cómo garantizar mi seguridad. No puedo”, lamentó Sanches.
“Pero la inestabilidad política es lo que está matando una agenda de cooperación”, remarcó.
El alto funcionario de Naciones Unidas fue más allá y destacó que la FAO tiene “70 millones de dólares parados”, que, según explicó, son fondos con los cuales junto con los países cooperantes de la Unión Europea (UE) como España y Francia, se diseñan proyectos de cooperación en materia de agricultura para Haití, porque el norte de este país, dijo, “tiene tierras súper fértiles para arroz y para granos”.
Sanches resaltó que no existe ningún problema con la mano de obra para el cultivo de arroz o frutas ni con el riego, pero debido a “la crisis político institucional, la inseguridad” no se puede “entrar con esa maquinaria” de ayuda.
“Con la inestabilidad se cae todo. Hoy por hoy estamos evacuando el personal de la FAO de la oficina (en Haití) y llevándolos a República Dominicana. El aeropuerto está cerrado, la frontera cerrada, (y hay) una inseguridad brutal”.
Según Sanches, la problemática en Haití será uno de los temas que se espera que se trate en la próxima Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, que se celebrará la semana que viene en Guyana.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó por su parte este martes de que necesita “desesperadamente” financiación para poder seguir dando comidas calientes en Haití, un país que está “al borde de una devastadora crisis de hambre” y en medio de una escalada de la violencia.
“Nuestra operación humanitaria en Haití se está agotando y los fondos para comidas calientes están a punto de acabarse en dos semanas. Necesitamos que los donantes den un paso al frente hoy para que podamos afrontar la creciente ola de hambre y detener la caída en el caos”, indicó en un comunicado Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA.
El PMA, al igual que la FAO, destacan que Haití sufre una de las crisis alimentarias más graves del mundo, con 1,4 millones de personas a un paso de la hambruna.
En este país, el más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.