El papa Francisco pidió no rehuir a los necesitados y “a quien queda caído al borde del camino” y “ver lo que les impide enfrentar sus propias dificultades” en un mensaje enviado a los organismos de ayuda a la iglesia de América Latina que se reúnen en Bogotá en estos días.
“No rehuyamos por tanto a quien anda a ciegas, a quien queda caído al borde del camino, a quien está cubierto de lepra o de miseria, más bien pidamos al Señor ser capaces de ver lo que les impide enfrentar sus propias dificultades”, indicó el papa Francisco en su mensaje.
Francisco reflexionó sobre que “cuando se hace un esfuerzo, como en el caso de las ayudas que se destinan a la Iglesia en América Latina, es natural que pretendamos un resultado” y que “no obtenerlo podría estimarse un fracaso o al menos nos deja la sensación de haber trabajado en vano”.
Sin embargo, señaló, esto “parece ser algo contrario a la gratuidad, que evangélicamente se define como dar sin esperar nada a cambio”.
Por ello agregó: “No debemos gloriarnos, ni exigir más compensación que la del propio salario, asumiendo con humildad la responsabilidad que este don nos reclama”.
Y advirtió del peligro de que “de administradores solícitos de Dios” se pueda pasar a ser “esclavos del dinero, subyugados por el miedo a no tener, damos el corazón al tesoro de la falsa seguridad económica, de la eficiencia administrativa, del control, de una vida sin sobresaltos”.