Un niño de ocho años fue torturado y lacerado hasta la muerte por su tía en un incidente que ha causado gran consternación en el municipio de Verón, provincia de La Altagracia.
El informe policial revela que el cuerpo del niño presentaba alrededor de 147 heridas de armas blancas, infligidas con cuchillos y machetes. Carmen Jiménez, la tía del menor, admitió haber cometido el acto y declaró que el infante la tenía cansada.
Según la versión de la tía ante las autoridades, alegó que el niño era “muy inquieto y rompía muchas cosas en la casa”, lo que, según ella, la llevó a cometer el atroz crimen.
El niño estaba bajo el cuidado de Jiménez y su esposo en los días previos al trágico suceso, después que su padre, Santiago Jiménez, le diera seis mil pesos a la pareja para que se encargase del infante mientras este trabajaba.
El informe del legista indicó que el menor sufrió torturas y mutilaciones durante varios días, utilizando un cuchillo, un machete, un cable para amarrarlo y otras herramientas para propinarle los golpes.
El niño fue llevado al hospital público de Verón sin signos vitales, y se confirmó su fallecimiento debido a múltiples heridas y las consecuencias de la tortura.