Julieta Ines Hernández Martínez, una artista callejera de 38 años, llevaba ocho años viviendo en Brasil, pero decidió regresar en bicicleta a Venezuela, su país de origen. No lo logró porque en el camino fue brutalmente asesinada.
La artista –que se definía como migrante, nómada, payasa, titiritera y cicloturista– estaba desaparecida desde el 23 de diciembre, y su cuerpo fue hallado el pasado 5 de enero, enterrado en una zona boscosa en la ciudad de Presidente Figueiredo, en el estado brasileño de Amazonas.
Según las investigaciones, la noche del 23 de diciembre, la víctima no encontró alojamiento en ningún hostal, y pernoctó en una residencia cultural que ayuda a los viajeros que pasan por el municipio.
Thiago Agles da Silva, de 31 años, y Deliomara dos Anjos Santos, de 29, que son pareja, vivían en la residencia con el consentimiento del propietario, y cobraban 10 reales (unos dos dólares) por dormir en las hamacas en el exterior del local.
“Thiago le robó el celular a la víctima, que estaba recostada en una hamaca en el porche de la residencia. Hubo un forcejeo físico, la estranguló y la arrastró hacia el interior de la casa. Allí comenzó a violarla”, aseguró el comisario Valdinei Silva en rueda de prensa, que recoge el diario Folha de Sao Paulo.
El comisario explicó que Deliomara sintió celos y roció a los dos con alcohol y les prendió fuego. Mientras Thiago acudió al hospital para curarse las heridas, Deliomara ahorcó con una cuerda a Julieta y la enterró.
La prensa asegura que la movilización y la denuncia puesta por los amigos de Julieta fue esencial para solucionar el caso. Julieta pertenecía a un grupo denominado ‘Pé Vermêi’, que reúne a artistas y ciclistas que recorren el país en bicicleta.
“Lo que nos pareció extraño fue el hecho de que no nos avisara de que se iba a quedar sin señal. Los mensajes simplemente dejaron de llegar y ya no pudimos localizarla”, relató Ana Melo, amiga de la artista.
El 5 de enero, un vecino localizó partes de la bicicleta de la víctima y llamó a la Policía, que al llegar al lugar encontró el cuerpo. Después, se detuvo a la pareja que confesó el crimen.
Repatriación
El Gobierno de Venezuela repudió el feminicidio y solicitó “un castigo ejemplar para este abominable crimen”. Asimismo, reconoció la colaboración de las autoridades brasileñas para la repatriación de los restos de la artista.
“El cuerpo será trasladado en vuelo de Conviasa y las exequias están previstas para este viernes 12 de enero en Puerto Ordaz, donde reside su señora madre”, detalló en un comunicado el Ministerio de Cultura.
Asimismo, recordó que Julieta fue fundadora de la Red de Payasas Venezolanas, realizó estudios sobre Teatro del Oprimido en Brasil y mantuvo intensos contactos con movimientos sociales. En Sao Paulo, formó parte del colectivo feminista ‘Circo di SóLadies’.