Un juez forense del Reino Unido informó este martes de que la cantante irlandesa Sinéad O’Connor falleció el pasado julio en Londres, a los 56 años de edad, debido a “causas naturales”.
La artista fue hallada muerta el 26 de julio en un domicilio del sur de la capital británica, ciudad a la que se había trasladado a vivir ese mes desde su Irlanda natal.
Un comunicado de la Corte Forense de Southwark confirmó hoy que O’Connor “murió por causas naturales” y, por tanto, el juez “forense ha concluido su implicación” en este suceso.
Pocos días antes de su muerte, la cantante dublinesa había publicado un mensaje en su cuenta de Facebook para informar de que se había mudado a Londres y estaba acabando un álbum para publicarlo este año.
Esta instancia judicial ya explicó el pasado julio que llevaría a cabo una autopsia para determinar las causas del fallecimiento, después de que la Policía metropolitana (MET) avanzó entonces que no se consideraba “sospechosa”.
La cantante, que comenzó su carrera actuando en las calles de Dublín, saltó a la fama mundial con su versión de la balada de Prince “Nothing Compares 2 U”, lanzada en 1990.
O’Connor habló públicamente de su enfermedad mental y fue hospitalizada después de que su hijo adolescente, Shane, se suicidara en 2022.
O’Connor, inconformista de toda la vida, era conocida por sus posturas políticas y culturales abiertas y sus feroces críticas a la Iglesia Católica Romana, mucho antes de que se informaran ampliamente las acusaciones de abuso sexual en el clero.
La familia de O’Connor invitó al público a alinearse frente al mar mientras pasaba su cortejo fúnebre, luego de un servicio privado.
“A Sinead le encantaba vivir en Bray y la gente que vivía allí”, dijo su familia en un comunicado. “Con esta procesión, a su familia le gustaría reconocer la efusión de amor por ella de parte de la gente de Wicklow (condado) y más allá, desde que se fue… para ir a otro lugar”.
Miles de fans se alinearon en las calles de Bray, la ciudad irlandesa a la que ella consideraba su hogar, durante una procesión fúnebre en agosto. Asistió el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, junto con Bono de U2.
Los fanáticos colocaron notas escritas a mano y flores detrás de una cadena envuelta alrededor de un poste de granito en la entrada de su antigua casa, agradeciéndole por compartir su voz y su música. Un letrero enumeraba las causas por las que el cantante había expresado su apoyo, incluida la bienvenida a los refugiados.
“Gracias por tu corta vida especial”, decía una nota. “Se fue demasiado pronto”.
FUENTE / INFOBAE