El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha aceptado este lunes la dimisión de la primera ministra Elisabeth Borne en lo que certifica un esperado cambio al frente del Ejecutivo francés tras la polémica aprobación de la ley de inmigración.
Élisabeth Borne se aparta del cargo de primera ministra de Francia. Por el momento, el presidente Emmanuel Macron no ha confirmado quién la sustituirá en el cargo.
Su salida se conoce tras un año marcado por crisis políticas, generadas por controvertidas medidas, como las reformas del sistema de pensiones y las leyes de inmigración que impulsa el mandatario, reelegido para un segundo periodo en abril de 2022.
Asimismo, Borne, que según el Elíseo presentó su renuncia y le fue aceptada, deja el destacado lugar en la Administración de Macron de cara a las elecciones al Parlamento Europeo, que se tendrán lugar en junio de este año. Los expertos políticos prevén que en esos comicios los euroescépticos obtengan avances récord, en momentos de descontento generalizado en los votantes por el aumento en el costo de vida y los fallidos intentos de distintos gobiernos en Europa para frenar los crecientes flujos migratorios.
En un mensaje publicado en la plataforma X, el jefe de Estado agradeció a Borne por su función frente al Gobierno. “Su labor al servicio de nuestra nación ha sido ejemplar cada día. Implementaste nuestro proyecto con la valentía, el compromiso y la determinación de las mujeres de Estado. De todo corazón, gracias”, señaló Macron.
En Francia, las encuestas de opinión muestran que el partido Renacimiento, de Macron, está entre 8 y 10 puntos porcentuales detrás de Agrupación Nacional, la bancada de la líder de extrema derecha y excandidata presidencial, Marine Le Pen.
En las últimas semanas, los expertos políticos han anticipado una posible reorganización del Gobierno, justo después de la adopción de medidas en el Parlamento sobre normas de inmigración más estrictas. Un paso que expuso profundas grietas en la alianza gobernante centrista, liderada por el presidente.
De hecho, el ministro de Salud, Aurélien Rousseau, presentó su renuncia en protesta por la controvertida ley de inmigración que la extrema derecha aclamó como una “victoria ideológica” para su ala política.