Redacción Deportes (EE.UU.).– Los Indiana Pacers, uno de los equipos sensación de este año en la NBA, se convirtió este lunes en el primer semifinalista del NBA In-Season Tournament al vencer a los imponentes Boston Celtics por 122-112 con un Tyrese Haliburton imperial.
Indiana, que ha ganado sus cinco partidos en este nuevo torneo, se enfrentará el jueves en las semifinales de Las Vegas (EE.UU.) al ganador del encuentro entre los Milwaukee Bucks y los New York Knicks, que se jugará este martes en la cancha de los de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard.
En este atractivo duelo entre los Pacers, el mejor ataque de la liga (y por promedio anotador también de la historia), y los Celtics, con el mejor balance de la campaña hasta ahora, se impusieron los primeros impulsados por un impresionante parcial de 37-23 en el tercer cuarto.
Aunque la gran figura de este enorme triunfo fue un magistral Haliburton, que logró su primer triple-doble en la NBA para una carrera que ya apunta al infinito.
Duda hasta última hora por una infección respiratoria, Haliburton acabó su recital con 26 puntos (10 de 18 en tiros, 5 de 11 en triples), 10 rebotes y 13 asistencias sin una sola pérdida de balón y además protagonizó la jugada clave con un triple más adicional a falta de solo 1.33.
Estos jóvenes y ya temibles Pacers, con siete jugadores en dobles dígitos de anotación, también tuvieron actuaciones muy destacadas de Buddy Hield (21 puntos) y Myles Turner (17 puntos y 10 rebotes).
En los Celtics, que no contaron con el lesionado Kristaps Porzingis, los máximos anotadores fueron Jayson Tatum (32 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias) y Jaylen Brown (30 puntos y 9 rebotes).
Al ritmo de Boston
Con un ambientazo en el Gainbridge Fieldhouse, los Pacers empezaron con su especialidad: a tope de revoluciones, con ataques fulgurantes y sin dudar ni un segundo.
Los de Rick Carlisle llegaron a 10 puntos en menos de tres minutos amenazando con una de esas explosiones anotadoras tan típicas de la casa, pero Boston no perdió la cabeza y supo llevarse sabiamente el duelo a su terreno.
Golpeando en la pintura y haciéndose fuerte en los rebotes, los Celtics ralentizaron el ritmo y frenaron en seco a los Pacers, que se quedaron en solo 22 puntos en el primer periodo con un escaso 32 % en tiros de campo.
Brown, con 10 puntos, y Sam Hauser, con dos triples saliendo del banquillo, encabezaron a unos Celtics que cerraron el primer cuarto por delante (22-24).
No cambió demasiado el panorama en el segundo periodo. Los Celtics parecían tener el partido bajo control, aunque sin grandes rentas a su favor, y se beneficiaban de alguna aparición sorprendente como los buenos minutos de Luke Kornet en el interior.
Haliburton despertó levemente, pero los locales seguían muy incómodos y trabados. Además sufrieron un arreón de Tatum, que bordó 7 puntos al borde del descanso para impulsar a Boston camino del vestuario (55-48).
Los de Joe Mazzulla se adueñaron de la pintura (32 puntos por 14) y del rebote (34 por 19) frente a unos Pacers que en la primera mitad sufrieron con un triste 35,6 % en intentos a canasta.
Terremoto Haliburton
Todo cambió radicalmente en la reanudación de la mano de un Haliburton arrebatador e irresistible.
El supersónico y talentoso base echó gasolina al ataque de los Pacers y encabezó una incendiaria respuesta de los locales, que en cuatro minutos ya se puso pisando los talones a Boston (62-63).
Como ejemplo de su imprescindible aportación, Haliburton anotó o asistió en todos y cada uno de esos 15 puntos.
Pero la reacción de Indiana no se quedó ahí, que firmó un sensacional 37-23 en ese periodo con una ofensiva demoledora y un ritmo agotador que dejó a Boston exhausto y enredado en numerosos errores en ambos lados de la pista.
Junto a Haliburton emergieron otros nombres (Turner, Hield, Obi Toppin…) y los Pacers llegaron volando al último periodo (85-78).
Con un ambiente más propio de ‘playoff’ que de un partido en diciembre, Tatum asumió la responsabilidad en los visitantes y un triple de Brown dejó el marcador empatado a falta de seis minutos (94-94).
Entonces arrancó un afilado toma y daca: Haliburton golpeaba y Brown respondía, Hield pedía la palabra y Tatum asumía la réplica.
Una canasta de Tatum dejó el partido en tablas con solo dos minutos por delante, pero entonces apareció la magia de Haliburton con un triple impresionante con adicional en la cara de Brown (109-105 con 1.33 en el reloj).
Tatum falló un triple ya con el público en un ambiente eufórico y Hield con un triple y Aaron Nesmith, con un mate tras robo ante su exequipo, pusieron el broche a una noche inolvidable en Indiana.