El papa Francisco mantendrá cerca de una treintena de reuniones con jefes de Estado, líderes religiosos y asociaciones durante su participación de un día en la cumbre climática CO28 que se celebrará en Dubái, en Emiratos Árabes, y se alojará en un resort de lujo.
A pesar de los últimos problemas de salud, una inflamación pulmonar por la que tuvo que anular algunos actos, el papa viajará el próximo viernes 1 de diciembre a Dubái, para participar el día siguiente en la segunda jornada de discursos oficiales, el primero de ellos alrededor de las 9.15 horas locales.
A su llegada a la cumbre, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, será el encargado de recibir al papa.
El papa mantendrá cerca de 20 encuentros bilaterales con jefes de Estado y de Gobierno y otras 10 reuniones con personalidades y organizaciones dedicadas al tema ambienta, pero aún no se ha comunicado con quien se reunirá, explicó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
Es la primera vez que un papa participa activamente en una cumbre de este tipo y será también la primera vez que una delegación de la Santa Sede participará activamente en las negociaciones y no sólo como “observador”, como ocurre en las cumbres de Naciones Unidas.
Por el momento, según la lista provisional de participantes a la COP28, además de la ausencia de los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, sí que han confirmado que estarán el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; de Brasil, Lula da Silva; de Cuba, Miguel Díaz Canel, o de Colombia, Gustavo Petro, entre otros.
El portavoz vaticano no quiso comentar las sombras de los conflictos de intereses amenazan con crecer en torno a la cumbre, relanzadas por la BBC a partir de un dossier de 150 páginas según el cual el presidente de esta edición, Sultan Al Yaber, exministro de Estado emiratí y todavía director general de Adnoc, el gigante petrolero público de Abu Dabi, habría aprovechado su papel para iniciar negocios con delegaciones gubernamentales de países extranjeros en materia de hidrocarburos.
Respecto a la salud del papa, por el momento no hay preocupación: mañana celebrará la audiencia general y se tendrá una idea más clara de cómo se encuentra.
“Por el momento todo es normal: como suele ocurrir durante los viajes, viaja un médico y un enfermero con el papa. Si algo cambia o hay que tomar precauciones adicionales en caso de una infección pulmonar se comunicarán”, añadió Bruni.
Por otra parte, explicó que debido a que la nunciatura está en la capital, se optó por que se alojase cerca del lugar cercano al Expo City, el distrito donde se celebrará la cumbre, y por lo tanto residirá en un lujoso resort y dormirá en una de las villas que lo componen.
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Además de su discurso y las reuniones, antes de regresar a Roma tras pasar 38 horas en Dubái, el papa participará en la inauguración del “Pabellón de la Fe” instalado en Expo City Dubai por el Centro Interreligioso para el Desarrollo Sostenible (CIDS), junto con el Consejo Musulmán de Anciano, “La Fe por la Tierra” del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y otros socios.
Se trata del primer pabellón religioso de este tipo en la historia de las conferencias de las Naciones Unidas sobre el clima y servirá como plataforma mundial para promover el compromiso religioso y el diálogo interreligioso en la aplicación de medidas eficaces para hacer frente a la crisis climática
Aquí el papa firmará la declaración “Confluence of Conscience” con el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed bin Sultan Al Nahya, y Ahmed al Tayeb, el gran imán de la mezquita Al Azhar en Egipto, un documento en el que las religiones reafirman su compromiso para enfrentar los desafíos del cambio climático.