El jugador del Córdoba CF Álvaro Prieto, desaparecido el pasado jueves en la estación sevillana de Santa Justa cuando intentaba regresar a su ciudad tras pasar la noche en la capital hispalense murió electrocutado el mismo día de su desaparición.
Así lo ha confirmado, al menos, el primer informe forense efectuado a los restos mortales del joven. Las primeras conclusiones indican que Prieto tenía quemaduras en sus manos y, expone, “signos compatibles de una descarga eléctrica teniendo en cuenta los cables de alta tensión de acople entre los vagones”.
Desde el principio, los investigadores de Homicidios de la Policía de Sevilla trabajaron con la hipótesis de que Prieto pudiera haber muerto de maner accidental.
Tras las conclusiones preliminares de los forenses, el juzgado ha levantado el secreto del sumario.
Un cámara de TVE ha encontrado esta mañana en las inmediaciones de la estación de Santa Justa (Sevilla) el cadáver del joven. El cuerpo yacía entre dos vagones.
Según Renfe, el tren estaba averiado y no prestaba servicio desde agosto. Desde entonces ni se había movido ni había pasado revisión. Hoy realizaba unas maniobras sin pasajeros.
A falta de que las pruebas de ADN confirmen la identidad, la ropa coincide con la que llevaba Álvaro Prieto el día de su desaparición. Una de las hipótesis que maneja la Policía es que el joven muriera electrocutado al intentar acceder al vagón o bien que haya recibido un golpe mortal durante el movimiento del tren.
Una cámara de TVE que estaba grabando imágenes de recursos para emitir durante los informativos ha captado lo que parecía un cuerpo entre dos vagones de un tren en la estación donde el joven desapareció. La noticia se dio en directo y la Policía confirmó más tarde el hallazgo del cuerpo y la identidad del joven.
El Córdoba C.F. publicó igualmente un comunicado en Instagram en el que lamenta el fallecimiento del jugador.
Se da la circunstancia de que efectivos de la Policía y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) habían realizado en la noche del domingo un rastreo con perros adiestrados en un área situada muy cerca de donde esta mañana estaba el cuerpo.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha explicado que la zona de talleres había quedado fuera de ese rastreo y la previsión era realizar la inspección de esa parte de las vías a lo larto de este lunes.
El joven de 18 años, residente en Córdoba y jugador del Córdoba F.C., desapareció el pasado 12 de octubre en Sevilla, en las inmediaciones de la estación de Santa Justa, tras volver de fiesta con un amigo. Se quedó sin batería y no pudo enseñar el billete de tren que había comprado para volver a casa.
Sí que pudo enviar un último mensaje de WhatsApp a su madre antes de que se le apagara el teléfono. En él le decía que ya iba de camino a la estación, pero poco después se quedó sin batería. Intentó entrar en el tren para el que había comprado billete pero le fue imposible al no poder enseñarle el billete al revisor por tener el teléfono apagado. Tras intentar entrar en otro tren también sin éxito, las cámaras de vigilancia le grabaron saliendo de la estación y caminando por la avenida Kansas City, donde se le pierde el rastro.
Su madre, en declaraciones realizadas el sábado a Onda Cero Córdoba, aseguraba que creía que el joven se había sentido “impotente” al ver que no podía ni llamar ni comprarse un billete al haberse quedado sin batería en el móvil. “Por eso yo miraba en la cuenta si había comprado otro billete”, explicaba.
Al parecer, le explicó a la azafata de la estación lo que le había pasado, pero no le hicieron caso. A partir de aquí, cree que el joven pensó que tenía que “buscarse la manera” de volver a Córdoba. “Andando no se iba a venir, pues un coche. Un coche se para y una de dos: o se lo ha llevado el coche y le han hecho de todo o caminando por ahí, le ha atropellado un coche”, añadió.
El domingo a última hora de la tarde efectivos de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército (UME)se incorporaban a las labores de búsqueda del joven. Durante unas dos horas, unos 20 efectivos del ejército y de la Policía Nacional, ayudados de varios perros, rastrearon las márgenes de las vías del tren, partiendo de un punto situado a aproximadamente un kilómetro de la estación de Santa Justa. Esta mañana se habían retomado las labores de rastreo, aunque no se apreciaba, según EFE, en el entorno de la estación de Santa Justa de Sevilla, donde fue visto por última vez, la presencia de agentes uniformados.
EL MUNDO