El exterior de la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, al sur de Chiapas, se ha convertido en el paisaje de miles de migrantes que esperan a terminar su petición de asilo en México.
Hombres, mujeres y niños tienen que aguardar días para conseguir siquiera hablar con algún funcionario, y la paciencia de algunos de ellos se acabó este lunes, cuando un grupo de migrantes, mayoritariamente haitianos, irrumpieron en las oficinas de la institución.
Lo ocurrido fue una mezcla de desesperación de los recién llegados por la frontera de Guatemala y la falta de medios de una sede que lleva varios años colapsada: recibe más de la mitad de las solicitudes de asilo de todo México. El desenlace es que en la sucursal de la Comar en Tapachula se han producido dos altercados en una sola semana.
El lunes, entre 5.000 y 6.000 migrantes se agolparon sobre las nueve de la mañana en la sede de la Comar frente al mercado de Los Laureles, al este de Tapachula.
En ese momento “un grupo de haitianos” intentó introducirse por la fuerza en las oficinas, lo que provocó una avalancha de gente que dejó dos heridos, según un comunicado de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Frente a la oficina había 15 agentes de la policía municipal y 24 guardias nacionales que intentaron salvaguardar la entrada de la institución, pero se vieron rebasados ante el número de personas que trataban de ingresar.
La gran afluencia de gente se debe a que muchos de los migrantes esperaban desde el pasado jueves en la ciudad para resolver el trámite, ya que la Comar tuvo que suspender ese día la atención por falta de organización por parte de los migrantes y el viernes la oficina se encontraba cerrada por ser el día de la Independencia de México, fiesta nacional. La Segob informó de que a pesar de la avalancha, el lunes pudieron atender a casi 2.000 migrantes.
Las aglomeraciones en Tapachula son comunes al ser el punto de entrada de los migrantes que vienen de Guatemala. Entre enero y agosto de este año se ha producido un récord de solicitudes de asilo en la ciudad fronteriza, con casi 54.000, lo que supone más de la mitad de todas las que se tramitaron en México entre esas fechas.
Además, el dato estatal apunta a que en las instituciones migratorias mexicanas se rebasarán las 129.000 solicitudes que se produjeron durante 2021, año récord de peticiones de asilo. Se estima que habrá un total de 150.000 a finales de 2023.
Fuente: EL PAÍS