Presos de seis cárceles de Ecuador mantienen secuestrados a 57 guardias penitenciarios y policías en protesta por operativos de seguridad de la fuerza pública en las prisiones, indicó este jueves el organismo rector de los reclusorios (SNAI).
En medio de una jornada violenta por el estallido de dos carros bomba en Quito, la entidad señaló en un comunicado que siete policías y 50 agentes carceleros “están retenidos en seis centros de privación de libertad”, sin dar mayores detalles sobre lo sucedido.
Más temprano el ministro de Interior, Juan Zapata, había indicado que todos los guardias estaban retenidos en la prisión de Cuenca, donde los reclusos protestan desde el miércoles por la presión policial.
“Este suceso sería una respuesta de los grupos criminales ante las intervenciones de la fuerza pública en los centros penitenciarios del país, cuyo propósito es el decomiso de objetos prohibidos que son utilizados en hechos violentos”, indicó el SNAI.
El miércoles, cientos de soldados y policías realizaron un operativo de búsqueda de armas, municiones y explosivos en una cárcel de la andina Latacunga (sur), una de las principales de la nación y escenario de las frecuentes matanzas entre reclusos que dejan más de 430 muertos en todo el país desde 2021.
Las hipótesis sobre las retenciones han ido cambiando a lo largo del día. En un principio el SNAI indicó que se trataba de una represalia por esa “intervención” de la fuerza pública.
Luego, autoridades señalaron que la retención es en protesta por el traslado de reclusos a otras cárceles.
“Estamos preocupados por la seguridad de nuestros funcionarios”, expresó Zapata en rueda de prensa en Quito.
En redes sociales se hizo viral un video grabado presuntamente desde dentro de la cárcel de Cuenca, aparentemente, por parte de los policías y guardias carcelarios retenidos donde hacen un llamado al Gobierno para encontrar una solución que permita su liberación.
De acuerdo con el SNAI, se “está tomando una serie de acciones para recuperar el orden en el sistema penitenciario” con el apoyo de militares y policías.
También hubo un intento de motín en el correccional de menores de Quito “Virgilio Guerrero”, donde los adolescentes causaron un incendio en el segundo y tercer piso de este centro, lo que obligó a los bomberos a un gran despliegue para controlar las llamas sin que aparentemente no se registrasen víctimas.
Bandas vinculadas al narcotráfico sostienen una guerra por el poder y usan las prisiones como centros de operaciones.
Ante los cruentos enfrentamientos entre las organizaciones aliadas a carteles mexicanos y colombianos en las cárceles, el presidente Guillermo Lasso decretó el 24 de julio el estado de excepción en todo el sistema penitenciario por 60 días, lo cual le permite desplegar militares en las prisiones.
Estos episodios son parte de la creciente ola de violencia en la que está inmerso Ecuador, lo que ha hecho que el país pase en cinco años de 5,8 a 25,32 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2022, la cifra más alta de su historia, con recurrentes asesinatos y matanzas vinculadas al crimen organizado y al narcotráfico.
El estallido de dos coches bomba en Quito
Un segundo coche bomba explotó en Quito la madrugada del 31 de agosto. Según confirmó la Policía, el vehículo causó afectaciones al edificio del Servicio de Atención Integral, la entidad encargada de las cárceles. El estallido se produjo en el centro norte de la ciudad, cerca a una universidad. La detonación del vehículo sucedió apenas unas horas después de la explosión de un primer coche bomba, que estalló en los exteriores del Ministerio de la Mujer. Entre ambas ubicaciones de los atentados hay una distancia de 1.3 kilómetros.
Los atentados sucedieron luego de que en la Cárcel de Turi, al sur del país, se registraran incidentes. La fuerza pública debía intervenir esa prisión el 30 de agosto, pero los reos tomaron el control de la cárcel y retuvieron a 45 uniformados, entre policías y agentes penitenciarios, y a una civil, según reportó la cadena Ecuavisa. Esa cárcel estaría bajo el liderazgo de la banda criminal Los Lobos. Como en otras ocasiones, el Servicio de Atención Integral no ha entregado información precisa sobre la situación en Turi hasta la mañana del 31 de agosto.
La Policía confirmó que “un vehículo tipo camioneta con dos cilindros de gas licuado de petroleo en su interior, habría explotado por la acción de un artefacto de mecha lenta, causando la destrucción del vehículo y daños en los exteriores del edificio del Servicio de Atención Integral, ubicado en la Av. 12 de Octubre entre Wilson y Foch, no se registran víctimas de este suceso”. El edificio donde sucedió el estallido es el lugar donde los presos firman las boletas de prelibertad.
“Estos dos coches bombas que han sido colocados la noche en la capital (Quito) son acciones para amendrentar al Estado para evitar que sigamos cumpliendo con la función que tiene las Fuerzas Armadas y la Policía en controlar estos centros penitenciarios”, dijo el secretario de Seguridad, Wagner Bravo en una entrevista con FM Mundo.
La Policía informó que detuvo a seis personas que habrían detonado el primer coche bomba en Quito. Algunos de los cinco ecuatorianos y un colombiano aprehendidos registran antecedentes por robo, extorsión y asesinato. Incluso algunos de los sospechosos fueron detenidos hace 15 días, pero la justicia les dio medidas sustitutivas a la prisión preventiva. Sobre estas detenciones, Bravo aseguró que ya están en marcha las investigaciones para conocer a los autores intelectuales de los atentados: “Se tiene algunos capturados que posiblemente son los autores y que tendrán que entrar en el proceso investigativo para ver de dónde provienen las órdenes para tratar de causar este terror a los ecuatorianos”.
Además el secretario de Seguridad aseguró que “estos grupos delincuenciales tratan de presionarnos para que el estado no actúe sobre ellos” por ello, cuando existen operativos en las prisiones se alerta a todas las unidades policiales y militares” para que estén atentas a las posibles respuestas de las bandas en las calles: “Es cuando se hace seguimiento inclusive aquellas personas como estos capturados que posiblemente pueden cometer actos delincuenciales. Inmediatamente se conoció de las dos explosiones se activó todo el proceso de investigación y de inteligencia de la policía”, esto habría permitido la rápida aprehensión de los sospechosos.
Infobae