Internacional._ “Estamos viendo una explosión de innovación Big Tech o tecnología profunda en América Latina”, dice Ignacio Peña, autor del estudio ‘Deep Tech: la nueva ola’, del BID Lab.
Según Peña en Costa Rica la empresa Establishment Labs, dedicada a innovar en el área de los implantes mamarios, actualmente, es una empresa que cotiza en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York con una valoración de mercado de US$1.800 millones.
Utilizando inteligencia artificial, la chilena NotCo sustituye alimentos de origen animal por alternativas basadas en plantas, mientras que la firma argentina Bioceres se dedica a revolucionar la forma en que se cultivan los alimentos.
En el área de la tecnología espacial está la empresa argentina Satellogic, creadora de constelaciones de satélites de alta resolución y bajo costo para observar la Tierra.
Lo que tienen en común estas compañías es que han realizado descubrimientos científicos o han creado una genuina innovación tecnológica de carácter disruptivo.
A diferencia de otras firmas que desarrollan aplicaciones para teléfonos inteligentes o innovaciones para un producto o un modelo de negocio, estas startup hacen innovación tecnológica pura, conocida como Deep Tech o tecnología profunda.
Algo interesante que ha ocurrido en los últimos años, explica Peña, es que han bajado los costos de algunas de estas innovaciones, abriendo el camino para que se masifiquen.
Estos son los países que lideran el ranking en tecnología profunda: Argentina, Costa Rica, Chile y Brasil.
¿Qué pasa con México y Colombia?
Dos de las mayores economías de la región, México y Colombia, están rezagadas en el desarrollo de las startup Deep Tech, con una de las concentraciones más bajas de este tipo de empresas en América Latina.
No deja de sorprender que México, con un gran sector manufacturero y de capital de riesgo, apenas tenga 0,2 startups de tecnología profunda por cada millón de habitantes.
Al igual que México, Colombia también tiene apenas 0,2 startups por cada millón de habitantes, con solo nueve compañías dedicadas a la tecnología profunda.
En América Latina, las estimaciones apuntan a que la biotecnología seguirá liderando la Deep Tech por el vínculo directo de la región con la agricultura y la producción de alimentos, su biodiversidad y un importante número de profesionales dedicados a ese campo.
Aunque aún falta mucho camino por recorrer, “hay una gran oportunidad de crecimiento”, dice Marcelo Cabrol, jefe de Escalabilidad, Conocimiento e Impacto de BID Lab.
BBC News