Washington.- La Fiscalía especial que investiga al expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) obtuvo una orden de registro de la cuenta de Twitter del republicano en busca de pruebas sobre sus esfuerzos para revertir las elecciones de 2020, según documentos judiciales publicados este miércoles.
El registro de la cuenta no se le notificó a Trump, ya que el Tribunal del Distrito de Columbia encontró “motivos razonables para creer” que el expresidente “pondría en peligro la investigación en curso” al darle “una oportunidad para destruir evidencia”.
Twitter suspendió la cuenta de Trump por “incitación a la violencia” tras el asalto al Capitolio de 2021, pero Elon Musk la rehabilitó el año pasado tras adquirir la red social, si bien el expresidente no ha vuelto a publicar nada.
Según la documentación revelada hoy, el Tribunal del Distrito de Columbia concedió en enero pasado a la Fiscalía especial liderada por Jack Smith una orden para registrar la cuenta, al tiempo que prohibió a Twitter “revelar la existencia” de dicha orden.
Ese veto generó un litigio entre Twitter y la Fiscalía, a quien finalmente la Corte de Apelaciones dio la razón prohibiendo que se notificara a Trump sobre la intervención de su cuenta.
Además, la Corte de Apelaciones confirmó una multa de 350.000 dólares impuesta a Twitter por parte del Tribunal del Distrito de Columbia por haber tardado en permitir el registro de la cuenta.
Trump compareció la semana pasada ante ese tribunal donde se declaró no culpable de los cuatro delitos que se le imputan, con penas de hasta 20 años de cárcel, por haber intentado revertir las elecciones de 2020 en las que perdió contra Joe Biden y haber instigado el asalto al Capitolio.
La Fiscalía lo acusa de haber mentido deliberadamente al denunciar un falso fraude electoral y de haber ideado un plan para revertir los resultados de los comicios que derivó en el asalto al Capitolio de 2021, cuando una turba de seguidores trumpistas atacó el Congreso para impedir la ratificación de la victoria de Biden.
Esta es la tercera imputación penal contra el expresidente, acusado además en Nueva York por el soborno a la actriz porno Stormy Daniels y en Miami por haberse llevado ilegalmente documentos clasificados al dejar el poder, un caso investigado también por el fiscal Jack Smith.
Los procesos judiciales en su contra, sin embargo, no han mermado la popularidad de Trump, gran favorito en las primarias republicanas de cara a las elecciones de 2024, en las que aspira a batirse de nuevo con Biden.