En la superficie de varios ríos de la República Dominica crece, lila; una planta acuática de usos diversos. Originaria del Amazonas y América del Sur, su introducción a otros países está vinculada al uso ornamental en parques y jardines.
Muchas personas desconocen que con ellas se elaboran obras de arte que son una oportunidad, con un alto impacto de sostenibilidad para el medioambiente y desarrollo para muchas familias.
La prueba viviente de que grandes cosas se pueden lograr, siempre que exista el interés, es Silvia Medina, ella confecciona carteras utilizando como materia prima la lila.
Silvia asegura el proceso de recolección de las lilas y la elaboración de las carteras utilizando este material: “Lo primero es que retiramos la lila del río. Cuando la retiramos, la lavamos y la ponemos al sol a secar durante siete o 15 días, dependiendo como del clima, de porque ya están seca. Procedemos, la retiramos del sol y con una toallita húmeda comenzamos a limpiar la tallitos gordos. Luego pasamos a tomar un molde para ese paño, la empatamos con cemento y comenzamos lo que el paño, luego saque cada cartera dependiendo el tamaño.
Esta emprendedora es una de las mujeres del Barrio La Nueva Barquita, que se inscribió en uno de los cursos que ofrece el ‘Programa Progresando con Solidaridad’ iniciado por la entonces vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño. Allí aprendió sobre la confección de carteas y todo sobre la lila que crece en los ríos y que se convertiría en la materia prima para sus diseños.
Con este modelo de negocio, Silvia vio más que una fuente de ingresos, sino que también creó conciencia de que con su trabajo ayudaría al medio ambiente, debido a que la planta de lila que no es retirada del rio inicia un proceso de descomposición, creando de esta manera condiciones desfavorables para las especies que habitan el rio.
Las mujeres del Programa fueron capacitadas para utilizar este recurso que les provee la naturaleza para confeccionar carteras, y en tan solo una semana ya tenían el conocimiento y, sus vidas cambiaron, pues con pocos recursos empezaron su negocio de confección de carteras.
Medina asegura que una persona pueden empezar a trabajar con un capital de RD$5,000 para comprar lila, cemento, aguja y hilo.
María del Mar, también confecciona carteras utilizando estos materiales y, asegura que le ha servido de gran ayuda, porque ahora es una mujer que genera sus propios ingresos, debido a que antes de dedicase a esta actividad no tenía ingresos y solo dependía de lo que le daba su esposo.
Con la inversión inicial de 5 mil pesos estás mujeres pueden hacer 5 carteras medianas y obtener guanacias mínimas de 2 mil pesos por esta primera inversión, pero el proyecto ha crecido al punto que ya tiene 6 empleados y ha convertido su casa en un taller donde ha enseñado a cerca de 19 mujeres.
En la actualidad esas señoras no están todas trabajando con Silvia, según le aseguró al equipo de N Investiga, pero expresó que muchas han emprendido su propio negocio porque cuentan con el conocimiento necesario.
Pero lo mejor que le ha pasado es que su proyecto está siendo apoyado por la famosa casa de diseños de Jenny Polanco, quien a través de Manos Dominicanas, una marca artesanal de Progresando con Solidaridad, adquieren las carteras hechas por Silvia en nivel básico y la marca le da terminación.
Paulette Pichardo del Atellier Jenny Polanco, afirma que las carteras de Lila, bajo el sello de Jenny Polanco han tenido una gran acogida y que, además el respaldo de dicha marca ha sido un gran impulso para profesionalizar la terminación de los productos y mayor alcance de ventas.
Pichardo, dijo que han recurrido a estas emprendedoras para que les realicen los trabajos requeridos y luego, ellos como marca le dan ese matiz especial de la marca Jenny Polanco.
“Pero al mismo tiempo, cuando esa misma artesana produzca un producto para ella vender en un mercado local o en una feria, ella sienta más pasión por lo que está haciendo y entienda que debe, tiene la responsabilidad social como dominicana, como artesana dominicana, de sacar un producto que esté hecho de la mejor manera, porque ella ya entiende que su arte vale, que no es solamente algo que le está dando un dinero, una contrata, o sea un pago por un producto, sino que ella siente orgullo por lo que está haciendo”, aseguró la representante del Atelier Jenny Polanco .
Las carteras de lila, bajo el sello de Jenny Polanco han tenido una gran acogida y además el respaldo de esta marca ha sido un gran impulso para profesionalizar la terminación de los productos de las artesanas y además poder venderlas a un mayor público.
Las carteras estuvieron este año en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid, así tuvieron una plataforma extranjera para internacionalizarse y actualmente son parte de esta nueva colección Spring Summary 2023.
Para estas mujeres , ver que las obras hechas con sus manos en el barrio de la Nueva Barquita, son carteras de la colección de una marca tan importante, las llena de satisfacción y las ha empoderado.
“Cuando llegó el proyecto de que yo le haga las carteras a Jenny Polanco, para mí fue, o sea, antes yo era una persona común y corriente, ahora soy una mujer empresaria, no, simplemente puedo disfrutar de mis productos o de lo que hago, sino que otras personas se están beneficiando de eso que yo hago, ya que yo comencé con mucho esfuerzo, con mucha lucha”, expresa con gran emoción Silvia Medina, artesana de carteras hechas con lilas.
La historia de estas mujeres se resume en que: la educación, aprender un oficio, saber aprovechar los recursos que tienen a la mano, una inversión mínima; puede representar o ser el inicio de un negocio del cual vivir, pero también encontrar el impulso de marcas que apoyen les apoyen, y que podrían ser quienes catapulten las obras de artesanos nacionales por el mundo. También, ser el sustento de muchas familias y mejoría para el medioambiente.