Santo Domingo.- La presidente de Browny Foundation, la periodista Lorena Herasme, hace un llamado a las autoridades de Medio Ambiente por el procedimiento que han realizado durante años para controlar la población de perros y gatos en áreas protegidas.
La información ha salido a la luz pública luego de que la entidad ambiental llevara a cabo una consulta pública para realizar el reglamento de cacería en el país donde colocaban a los perros y gatos como especies invasoras y que representa un peligro para el medio ambiente en zonas protegidas.
Tras esta información, Herasme sostuvo una reunión con el director del departamento de Regulación y Control de Vida Silvestre de la Dirección de Biodiversidad de Medio Ambiente, Nelson García Marcano, quien le aseguro que la medida de cazar a los animales ubicados en esas áreas protegidas no iba llevarse a cabo sin embargo habían procedimientos avalados por organismos internaciones para el control de ellos como la eutanasia y la exposición a monóxido de carbono.
“Es inhumano someter a los perros y gatos a estos procedimientos, la eutanasia acelera la muerte cuando el animal esta desahuciado con alguna enfermedad o condición pero no de esa amanera y someterlo a exposición de monóxido de carbono es igual a un cuarto de gas, no es posible”, enfatizó Lorena Herasme.
Asimismo indicó que ambos mecanismo muestran las debilidades del Estado a la hora de ejecutar planes, proyectos, programas de prevención pero sobretodo cumplir con la ley 248-12 de protección animal.
“Los perros y gatos no llegan solos a esas áreas protegidas, ellos son fruto del abandono e irresponsabilidad de sus dueños a los cuales se le debe aplicar la ley 248-12 de protección animal además los Ayuntamientos a nivel nacional y el Ministerio de Salud Pública deben cumplir con su rol que lo establece también la pieza legislativa como esterilizar para evitar así la reproducción de tantos perros y gatos en las calles”enfatizó la presidente de Browny Foundation.
La ley 248-12 de Protección Animal y Tenencia Responsable establece los derechos de los animales y su igualdad ante la vida y su protección contra el desprecio, el irrespeto, la desatención, el descuido, el abandono, el maltrato y la crueldad a que son sometidos, prohijando el cuidado de las especies y su hábitat.