El politólogo y consultor Belarminio Ramírez Morillo expresó que los partidos políticos a un año para las elecciones presidenciales del 2024, están sumergidos en un proceso de caída, pérdida de confianza y aprobación social.
El experto en Marketing Político dijo que las estructuras de direcciones partidarias se han mantenido atrapadas en la estrategia de crear percepción de triunfo electoral, mientras ignoran que el reto de la partidocracia es recuperar legitimidad social.
El estudioso del comportamiento electoral expresó que las dirigencias partidarias no utilizaron inteligentemente el 2022 y lo transcurrido del 2023.
El gobierno, en vez de darle forma al PRM, se enfocó en destruir al principal partido de oposición. Ha implementado la dañina estrategia de reducir la política a un circo de favores a cambio de votos.
Las organizaciones de oposición en vez de diseñar estrategias y planes para conseguir adeptos en el segmento independiente del electorado, que es el más grande del mercado, desperdiciaron el tiempo en una lucha por apoyo de dirigentes como si fuera una piñata.
Han reducido la política a un inmediatismo de chisme y confrontación para crear opinión pública.
Nisiquiera son capaces de entender que los partidos políticos requieren de una estrategia distinta y una nueva agenda para lidiar con la antipolitica y reducir la desafección.
Los partidos son la espina dorsal de la democracia y tienen una función social que va más allá de presentar candidaturas y participar en elecciones.
“El 2022 y 2023 debió ser un período de tiempo para sincronizar a los partidos con el tejido social, y no una batalla para destruirse unos a otros buscando percepción adelantada de que son opción natural de poder para el 2024” razona el escritor y presidente de Ramírez M. Marketing Político Consulting SRL.
El sentimiento y compromiso de los dirigentes para con las organizaciones políticas, se ha roto, y, lo poco queda desaparece en la campaña electoral en curso.
Hay que observar, cómo aspirantes a las alcaldías presionan a las direcciones de sus partidos para que hagan alianzas, sin importar con quién, y le pongan favorable el escenario electoral. Sólo les importa asegurar sus puestos y lo que suceda después, les da un comino.
Los partidos políticos deben ser rediseñados y repensados para sincronizarlos con el nuevo cerebro y corazón social. Esa debió ser una tarea en el 2022 y 2023.
Quienes amamos la democracia debemos hacer lo necesario para que los partidos no sucumban de manera definitiva razona Belarminio Ramírez.
Los partidos arquitecturas de Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez deben ser repensados para que sean atractivos a la juventud.
“No hacerlo, ser indiferente o quedarse de brazos cruzados, deja un plazo corto para preparar la sepultura, a sabiendas de que después del velatorio viene una tormenta de alto riesgo social, porque donde los partidos colapsan la democracia sucumbe y el desarrollo se esfuma” razona el estudioso de la conducta electoral y los procesos políticos.
“Es hora los políticos del patio dominicano piensen más allá del odio de dañarse unos a otros y entiendan tienen la responsabilidad de dejarles partidos políticos sólidos a las jóvenes y futuras generaciones” aconseja Belarminio Ramírez Morillo.