Washington .- Un juez dio al Gobierno de Estados Unidos un plazo de 7 días para decidir si entregará o no a un centro de pensamiento conservador la información migratoria del príncipe Enrique de Inglaterra.
En una audiencia celebrada este martes en Washington, el juez Carl Nichols instruyó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) a decidir antes del 13 de junio si entregará a un centro de pensamiento conservador algunos documentos relacionados con el estatus migratorio del príncipe, según recogen medios nacionales.
La Fundación Heritage, un laboratorio de ideas de ideología conservadora, presentó una demanda contra DHS para obtener información migratoria del duque de Sussex, alegando que este pudo haber obtenido su visado de forma irregular.
En el centro de la demanda están las afirmaciones que el príncipe hizo en su libro “Spare”, donde reveló haber consumido drogas como cocaína y hongos alucinógenos en el pasado.
El centro de pensamiento señaló en la audiencia del martes que el príncipe pudo haber mentido en su solicitud de visado, en la sección donde se pregunta a las personas sobre su uso de drogas.
En los formularios para visas de inmigrante de EE.UU. hay un apartado que pide al solicitante relevar si ha consumido droga en el pasado.
Uno de los abogados en representación de la Fundación Heritage alegó este martes ante el tribunal que la demanda no es solo sobre el caso del príncipe Enrique sino sobre “el cumplimiento de la ley” migratoria.
Por su parte, los abogados que representan al Gobierno alegaron que no hay necesidad de entregar los documentos al centro de pensamiento porque no existe “un amplio interés público” en EE.UU. sobre el tema.
En su libro de memorias “Spare”, el duque británico cuenta que consumió drogas cuando era adolescente y que incluso consultó con una mujer con “poderes”, sin dar su nombre ni decir si era vidente, que le dijo que su madre, la fallecida Diana de Gales, aprobaba su decisión de iniciar una nueva vida en EE.UU. con su mujer, la actriz estadounidense Meghan Markle.
Enrique y Markle viven en California desde 2020, tras su decisión de abandonar la familia real británica.