El Salvador.– El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cumple este jueves cuatro años de haber arribado al cargo en medio de las críticas concentradas por el régimen de excepción impuesto hace más de un año, periodo en el que se han reportado numerosas violaciones a los derechos humanos.
De acuerdo con medios locales, la administración ha desencadenado una grave crisis política-institucional en la que se ha evidenciado el autoritarismo, la no separación de poderes, ausente independencia judicial, militarización, criminalización del activismo social; entre otros.
La semana pasada, tres relatores de las Naciones Unidas señalaron en un informe que el gobierno salvadoreño “pisotea el derecho a un juicio justo en nombre de la seguridad pública” en el contexto de la denominada “guerra contra las pandillas”.
Desde que fuera impuesto el régimen de excepción, más de 67.000 supuestos delincuentes han sido arrestados, de los cuales más de 5.000 han sido liberados ante la falta de pruebas que demuestren los vínculos con las bandas.
De igual forma, organizaciones nacionales han denunciado el aumento de la pobreza y la desigualdad en el país donde, según OXFAM, 160 millonarios controlan el 87 por ciento de la riqueza nacional.
El Banco Central de Reserva reveló en su más reciente Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples el deterioro de diferentes indicadores sociales y la depauperación de las condiciones de vida del pueblo salvadoreño.
En este sentido, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) señaló que el endeudamiento supera el 90 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual ha derivado en el aumento de los precios, el desempleo y los salarios insuficientes.
Asimismo, uno de los puntos más criticados al gobierno resulta la crisis ambiental producto del deterioro de los recursos hídricos, la urbanización forzada, la escasez de saneamiento, la ineficiente recolección de los desechos y la eventual reactivación de la explotación minera.
Por su parte, los medios oficiales insisten en presentar al mandatario como una figura de amplio respaldo hasta el punto de calificarlo como “el presidente con mayor nivel de aprobación en la región”.