Budapest.– El Sevilla se coronó como campeón de la Liga Europa por séptima vez tras superar al Roma en los penaltis (4-1) y con el portero marroquí Bono como héroe de su equipo al detener dos penas máximas.
Fue el lateral argentino Montiel el encargado de meter el lanzamiento definitivo de la tanda -tal y como ya hiciera en la final del Mundial con su selección- no sin suspense, ya que su disparo inicial lo detuvo Rui Patrício pero el árbitro obligó a repetir debido a que el portero se había adelantado.
Esta nueva hazaña del Sevilla, tras una pésima temporada en la Liga -incluso coqueteó con el descenso en Liga-, llegó después de una lucha titánica entre ambos equipos, en el que el Roma jugó mejor sus bazas en el primer tiempo y se adelantó en el minuto 35 por medio del argentino Paolo Dybala.
El Sevilla le dio la vuelta en la segunda mitad
No obstante, un gol en propia meta del central Gianluca Mancini en el 55 propició la igualada sevillista. En el 75 el colegiado pitó penalti a favor del Sevilla, pero tras avisarle el VAR y ver la jugada en la pantalla a pie de campo, se desdijo de su decisión.
Con el 1-1 se llegó al final de los 90 minutos y en la prórroga no se alteró el marcador pese a los intentos de los sevillistas comandados por José Luis Mendilibar y los italianos dirigidos por José Mourinho.
El conjunto español se impuso en el estadio Puskas Arena de Budapest y se alzó con el torneo continental -antes llamado Copa de la UEFA- en los años 2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020. No ha perdido ninguna de las finales que ha disputado.